A pesar de las dificultades, siempre encontró a alguien dispuesto a ayudarlo, y él no lo olvidó.
Alberto Aguilera Valadez nació en medio de las carencias, creció en un orfanato y fue a prisión por una causa injusta, sin embargo logró consagrarse como una de las figuras más importantes del México contemporáneo. Y eso solo puede explicarse porque a pesar de las circunstancias adversas, siempre encontró a alguien dispuesto a darle una mano desinteresada.
De acuerdo con la biografía autorizada por el mismo Juan Gabriel, nació en el seno de una familia muy pobre en Parácuaro, Michoacán. Su madre lo internó en un orfanato como la única solución para su manutención.
Fue en ese internado donde encontró a Juan Contreras, Juanito, un músico que había perdido el sentido del oído, que lo arropó y le inculcó el gusto por la música a sus escasos 7 años. A él le dedicó más tarde la canción “Eternamente agradecido”.
Así como con ese tutor, Juan Gabriel contrarrestó las vicisitudes del destino con gente buena que se cruzó en su camino.
La cantante Enriqueta Jiménez, la “Prieta Linda”, hizo una causa personal liberarlo de la cárcel de Lecumberri en la Ciudad de México, en los inicios de la década de los 70.
Angélica María, legendaria intérprete mexicana, al igual que un par de productores, le brindaron oportunidades únicas para compartir con el público sus poderosas canciones.
Una vez que Juan Gabriel alcanzó la fama y la fortuna, no se olvidó de sus orígenes.
El autor de “Amor Eterno” impulsó a muchos artistas que crecieron cobijados por sus letras. Le devolvió a la música mucho de lo que esta le dio.
Es conocido su altruismo para con los más necesitados. En su pueblo natal recuerdan que gracias a sus gestiones hay una carretera de acceso de 17 km.
Durante muchos años financió a una escuela albergue para niños de Ciudad Juárez, pequeños en su misma circunstancia.
Con su público en los Estados Unidos no fue indiferente. Durante las manifestaciones multitudinarias de 2006 en Los Ángeles, se solidarizó públicamente por una reforma migratoria integral.
“Yo estaba en su casa de Santa Fe, New Mexico, y me llamó la atención que iba mucha gente, gente necesitada a pedirle ayuda, y él con mucha paciencia, los escuchaba y los ayudaba”, contó a Televisa el cantante Emanuel.
Así, su vida fue un testimonio de la solidaridad de los mexicanos, siempre dispuestos a “echar la mano” al que lo necesita.