Brasil inauguró los Juegos Olímpicos de Río, con una fiesta adentro del estadio Maracaná, y protestas afuera.
En un marco esplendoroso lleno de colorido y ritmos brasileños, fueron inaugurados los primeros Juegos Olímpicos de la historia en Sudamérica.
Río 2016 dio la bienvenida al Mundo y a las 207 delegaciones que desfilaron en el estadio Maracaná.
Bajo un mensaje de unión, paz y tolerancia, Brasil cumplió con las expectativas para la apertura de los juegos número 31 de la historia moderna, que deparan grandes emociones hasta el domingo 21 de agosto.
Con la notoria ausencia de la presidenta brasileña Dilma Rousseff, solo acudieron 28 jefes de estado. Pocos respecto a los 110 que hicieron presencia en Londres 2012.
El maratonista Vanderlei de Lima, fue el encargado de encender el pebetero olímpico.
Los fuegos artificiales fueron espectaculares e iluminaron el cielo de Río de Janeiro.
Los directores del show, entre los que figura el cineasta Fernando Meirelles, echaron mano de la inagotable cantera de ritmos brasileños para pintar un lienzo de bossa nova, samba y funk tan intoxicante como la sensualidad de Gisele, que arrancó vítores de la multitud al desfilar sola a lo largo del escenario mientras Daniel Jobim interpretaba la canción “La Chica de Ipanema” compuesta por su abuelo Tom Jobim, quizás la melodía más emblemática de este país.
Terminado el espectáculo artístico, fue el momento de los verdaderos protagonistas de los Juegos. Los atletas.
Como es la tradición por tratarse del país donde nacieron las olimpiadas, Grecia encabezó el desfile de más de 10.500 deportistas de 205 países, además de una delegación de atletas independientes y, por primera vez, un equipo de 10 refugiados de países en conflicto que desfilarían bajo la bandera olímpica.
Hubo una delegación de regufiados que desfiló bajo la bandera del Comité Olímpico.
En las afueras del estadio se registraron protestas en contra del gobierno y los gastos en la organización de la justa. Se reportaron al menos 80 detenidos.