El co-fundador del motor de búsqueda más utilizado en internet celebra un año más de vida
Sergey Brin es un ruso nacido en Moscú en 1973, de familia judía moderadamente acomodada pero inconforme con el trato que recibía en la extinta Unión Soviética debido a sus creencias religiosas.
Su padre, Mikhail, un matemático, y Eugenia, su madre, científica de profesión, tomaron la decisión de migrar a los Estados Unidos cuando Sergei apenas había cumplido los seis años de edad.
Mientras sus padres trabajaban en la Universidad de Maryland, el destacado Sergey se graduó de forma anticipada y decidió continuar estudiando matemáticas e informática en el mismo centro educativo donde impartían clase sus padres.
Sergey logró titularse con honores de Maryland, sin embargo, no se conformó y se trasladó a la Universidad de Stanford para estudiar el doctorado en informática.
Mientras estudiaba en Stanford, en 1998 surgió la idea de crear un motor de búsqueda. Fue ahí donde Brin conoció a quien junto con él sería el cofundador de Google, Larry Page.
Una mañana se encontraron en el campus de la universidad con Andy Bechtolsheim, un inversor de la firma Sun Microsystems y ex alumno de la facultad.
Seducido por el proyecto, de inmediato Bechtolsheim les extendió un cheque por valor de 100 mil dólares para que la aventura iniciara.
Esta cantidad fue insuficiente para continuar y tuvieron que buscar otros inversionistas, logrando que dos de las firmas más relevantes de Estados Unidos, Kleiner Perkins Caufield & Byers y Sequoia Capital, financiaran su idea con 25 millones de dólares, así el proyecto empezó a ser una realidad.
La palabra Google deriva de “googol”, término inventado por el matemático Edward Kasner para denominar al número 1 seguido por 100 ceros. Los creadores del invento utilizaron este nombre para simbolizar el objetivo de organizar la enorme cantidad de información disponible en internet.
En sólo cinco años de existencia, Google se convirtió en sinónimo de búsqueda de información en internet.
Es justo decir que Yahoo! jugó un papel esencial en la escalada de su aliado. Tras alentar a Google para que creara su propio motor de búsqueda, comenzó a ofrecer en su popular portal la posibilidad de buscar a través de aquel motor.
Para el 2003, Google tenía aproximadamente 112 millones de búsquedas diarias, mientras que su principal competidor, Yahoo!, sólo soportaba alrededor de 42 millones.
Google fue incorporando nuevas funciones y continuaba experimentando con muchas otras. Además de buscar en la web, facilitaba la localización de imágenes, grupos de noticias y búsquedas dentro del directorio temático del Open Directory.
Muchos servicios han ido incorporándose desde entonces, hoy día, dos de cada tres usuarios utilizan Google Chrome y los sistemas operativos para móviles, campo en el que el Android de Google se ha convertido prácticamente en el estándar.
Por otra parte, los intereses de investigación de Sergei Brin y Larry Page se centraban especialmente en crear mejores máquinas de búsqueda, en la extracción de información de fuentes no estructuradas y en las bases de datos de largas recopilaciones de texto e información científica.
Sergey Brin vio reconocida su labor en 2002, cuando fue proclamado «Young Innovator Who Will Create the Future» («Joven innovador que creará el futuro») por la revista Technology Review.
Esta publicación estaba editada por el prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Actualmente los fundadores de Google no solamente comparten las primeras posiciones en las listas de la revista Forbes con otros magnates de la industria.
Por el peso y trascendencia de sus aportaciones, ya figuran entre las máximos protagonistas de la corta historia de la informática, al mismo nivel que Bill Gates (Microsoft), Steve Jobs (Apple) y Mark Zuckerberg (Facebook).
Hoy en día navegar por la red y no conocer Google es casi imposible. Se trata del buscador más famoso, más efectivo y más censurado por algunos regímenes totalitarios -por ejemplo, China-, que ha establecido modas entre los usuarios de Internet.
Según los expertos en informática, Google es la medicina salvadora para la mayoría de internautas. De una rapidez desconcertante y una efectividad máxima, produce una irrefrenable adicción.
Como consecuencia, los internautas se decantaron de inmediato hacia este buscador en perjuicio de otros antes más populares como Yahoo!, Altavista o Excite, que quedaron relegados al olvido.