Poesía y color inundan las calles de Huamantla, en Tlaxcala, en una larga noche de procesión.
Por: Grethel Delgado
Siempre que llega agosto, en Huamantla, Tlaxcala, nadie duerme en esta noche de fiesta y colorido. Solo una vez al año un pueblo mágico y una noche mágica coinciden en una fiesta inolvidable. Sí, está a punto de comenzar y esto es lo que debes saber sobre esta tradición.
Dos semanas de fiesta y una noche eterna
Cada año, durante la Feria de Huamantla, residentes y visitantes hacen de este lugar un mundo de tapetes enormes. A través de kilómetros y kilómetros de diseños con mucho color, las personas cubren las calles en honor a la Virgen de la Caridad, cuya festividad se celebra el 14 de agosto.
Fiesta de color y tradiciones
Desde 1941 hasta la fecha, cada año, sin falta, se organiza esta multitudinaria fiesta del pueblo de Huamantla. Desde la medianoche, una procesión parte desde la Basílica de Huamantla y recorre las principales calles de Huamantla, decoradas con las peculiares alfombras.
Acompañan a la virgen en su camino, además de los rezos, música, bailes y comidas típicas de la zona, en lo que se convierte en un ejemplo de cómo las creencias religiosas se convierten en festejos populares.
Los tapetes se realizan durante muchas horas de dedicación y arte. Los materiales principales son el aserrín pintado y flores, aunque también incluyen trozos de cristal y semillas.
Además de ser el plato fuerte de la celebración, se remontan a viejas tradiciones. Resulta que esta fiesta se inspira en un festejo prehispánico en honor a la diosa de la fertilidad, Xochiquetzalli, a la cual se se hacían estas alfombras coloridas a modo de ofrenda.
Un apretado programa se lleva a cabo en estas dos semanas, que van desde el 4 de agosto hasta el día 20. Si estás cerca, no te lo pierdas.
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