La empresa ONI nació de la necesidad de crear productos con valores tradicionales mexicanos para desarrollar un arte sostenible.
Por: Grethel Delgado
Al comprar un producto, pocos se preguntan cómo se produjo, si el trabajador fue correctamente remunerado por su trabajo y en condiciones aceptables. Tampoco se suele pensar en los animales que fueron afectados para que realizar esos objetos.
En México hay una empresa que piensa en todo esto y más. Se llama ONI, y sus productos sostenibles resaltan las tradiciones artesanales de diversas comunidades indígenas.
La empresa surgió para aumentar la conciencia ambiental, lo cual está directamente vinculado a las prácticas de consumo.
Según la página de ONI, la misión es crear “una red de consumidores responsables”. Así se unen a esta “experiencia que poco a poco empieza a cambiar al mundo, mejorando los materiales de consumo, cuidando y limpiando al planeta”.
Barrio conversó con Sara Sacal, estudiante de Relaciones Internacionales, fundadora de la marca y participante activa en proyectos de ayuda social.
“ONI nace por la inquietud de hacer una marca responsable, que tenga elementos medio ambientales. Se decide trabajar con la fibra de PET reciclado y ponerla en todos nuestros productos”, comentó Sacal.
“Al no ser de lo más estético esta fibra, tomamos la decisión de trabajar con comunidades de artesanos mexicanos para decorar nuestro calzado”.
Cadena de valor
En la empresa se elaboran tenis y bolsos con materiales no dañinos al medio ambiente. Por eso cuando alguien compra uno de estos productos, entra a formar parte de una “cadena de valor”, según afirma el equipo de ONI.
“Nos impulsa la idea de que parece que estamos acabando con los recursos del planeta y que cada vez dañamos mas la ecología incluyendo todas sus especies, por lo que hemos dicho basta a estas prácticas de consumo irresponsables”.
No solo colaboran con el cuidado del medio ambiente. También ayudan a muchas comunidades remunerando su dedicado trabajo como debe ser.
“Las comunidades de artesanos nos apoyan en la producción de bordados que decoran los productos que hacemos. Trabajamos con cada comunidad bajo el principio de comercio justo y son ellos los que deciden qué precio ponerle a cada bordado”, agregó Sara.
“Mantener las tradiciones y enseñarlas en nuestros productos es difundir y hacer vivir la historia milenaria de México”.
Los diseños textiles se incorporan a piezas tan conocidas como los tenis o los bolsos, con bordados huicholes, chiapanecos, de Michoacán, de Cuetzalan, entre otros.
Un pedacito de México
Para que su labor y sus mensajes de protección al medio ambiente se diversifiquen, ONI tiene envíos a todo el mundo. Así que cuando quieras llevar una pieza textil de tu país y a la vez lucir una linda prenda, puedes acercarte.
Un techo verde
En ONI, parte de las ganancias se destinan a colaborar con comunidades e instituciones. Un ejemplo de ello es su visita a la Casa Hogar Cosio Ducoing, donde crearon un huerto para los residentes en el centro.
Gracias al trabajo del equipo de ONI y de los voluntarios que se sumaron a la tarea, estas personas ahora tienen un huerto que cuidar. En él podrán cosechar hortalizas para el consumo de la casa. Además, tendrán muchas plantas para llenar de alegría su espacio.
Siembra de árboles
Como parte de sus acciones de protección del medio ambiente, colaboraron con la reforestación en las afueras de Ciudad de México, sembrando más de 120 árboles.
Este año comenzaron con el lanzamiento de dos productos nuevos y esperan sacar otros en marzo. Además, como afirma Sara, vienen más sorpresas.
Qué mejor forma de iniciar el año que con estos pasos hacia un mundo más sostenible y bordado en colores.
