Pepe Salame es el responsable de un pedacito de México en Israel que tiene enamorados a los judíos.
Por: Grethel Delgado
¿Qué hace un mexicano en el Medio Oriente? Para muchos, dejar su país natal es una decisión difícil. Mucho más complicada si el país elegido tiene una cultura completamente diferente. Pero José Salame, conocido como Pepe, superó estos y otros obstáculos y se lanzó a una nueva vida.
José decidió mudarse a Israel, y aunque este país no tenga mucho en común con México, gracias a su trabajo ha podido rehacer su vida del otro lado del Atlántico.
El sueño hebreo
La inseguridad y los deseos de buscar nuevos horizontes llevaron a Pepe y a su familia a salir de México. Esto ocurrió hace más de 6 años, tiempo que ha permitido a la familia encontrar su lugar en Israel. Sus raíces judías los condujeron a una tierra lejana pero a la vez amistosa.
Como Pepe Salame comentó a Barrio vía email, la transición estuvo plagada de sentimientos encontrados, pero una vez que llegaron a Tel Aviv, Israel, comenzaron a trabajar duro para salir adelante.
“Salí de México por la inseguridad y también para darles a mis hijos una mejor calidad de vida. Vinimos porque somos judíos y siempre hemos tenido afinidad hacia Israel”, comentó Pepe.
“En Israel encontré seguridad y tranquilidad”
“El proceso de adaptación fue difícil, pero al paso del tiempo te adaptas y ahora después de 7 años con toda seguridad puedo decir que fue una gran decisión, ya que veo crecer a mis hijos muy contentos”.
Comenzó como la mayoría de los inmigrantes, haciendo entregas de flores y trabajando en las casas. Sin embargo, a más de 12,000 kilómetros de distancia de su patria, Salame encontró un modo de tener a México cerca: su restaurante “Viva México”.
“Viva México” se ubica en el concurrido mercado Shuk Ha’Carmel, en Tel Aviv. El local es pequeño, pero lleno de sabor. Gracias a una tradición familiar, y a la nostalgia del sabor mexicano, la idea de crear un restaurante fue la manera perfecta de conseguir un trabajo que lo ayudara a pagar sus cuentas y que a la vez fuera su pasión.
“La inquietud de abrir un localito con comida mexicana surgió a raíz que mi prima fabrica la tortilla en Israel. Y se me dio la oportunidad de abrir un local en el mercado de Tel Aviv. Así nació “Viva México”. Tenemos 6 meses desde que lo abrimos y ha tenido muy buena respuesta de la gente”, dijo Salame.
“Los israelíes y los turistas han recibido con gusto la comida mexicana. Obviamente tratando de separar lo picante…”, bromea Pepe, “eso los apanica un poco”.
Salame y su familia no están solos. Hay un gran número de mexicanos en el país, a los que se suman comunidades de Argentina, Uruguay, Chile, entre otros países. “Tenemos muchos amigos mexicanos que viven en distintas ciudades y cada evento es buen pretexto para reunirnos. Siempre es grato platicar y convivir con nuestra gente”, dijo Pepe.
La comida llama
“La comida mexicana por supuesto que enamora a propios y extraños. Tenemos, gracias a Dios, muchos clientes, por ejemplo, colombianos, venezolanos y españoles que nos visitan y en cuanto entran ya sabemos qué van a pedir. A unos les gustan las flautas, a otros los tacos. Hay unas chicas alemanas, que siempre piden burritos y ya sabemos que a una le gusta el vegetariano con queso pero sin pico de gallo, y a su amiga, sin guacamole”, comentó Pepe, orgulloso.
“Es increíble que la gente regresa gustosa y nosotros vemos con cuánto gusto se deleitan con nuestros platillos. Es una satisfacción muy grande”, agregó.
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