Comienza una temporada donde las tortugas anidan en las costas, y es nuestra oportunidad para protegerlas.
Por: Grethel Delgado
Es tiempo de ir a los sitios naturales, pues comienza una etapa donde muchas especies se trasladan a otros lugares. Pero es, también, un periodo peligroso para los indefensos animales que salen de sus casas.
La posibilidad de revertir el proceso de extinción de tantas especies está en nuestras manos, y sobre todo en las manos mexicanas. El país tiene uno de los lugares de protección de fauna más importantes del mundo.
Riviera Nayarit
La costa de la Riviera tiene más de 307 kilómetros, y tiene al sur el aeropuerto de Puerto Vallarta, y al norte, el aeropuerto de Tepic. De este modo, se hace muy accesible llegar a este sitio que ha logrado mantenerse intacto a través de los años. Todo, gracias al esfuerzo de autoridades y de la comunidad científica.
Con sus vistas paradisiacas, la Riviera Nayarit no solo es famosa por su movimiento turístico. Sus principales atracciones están ligadas a la conservación del ecosistema de esa región tropical. Así, se combina la recreación de los visitantes con el estudio y cuidado de sus áreas. Esto incluye la protección de sus paisajes, de la flora y la fauna.
Entre las actividades que los visitantes pueden realizar, hay muchas que son un lujo en estos tiempos. En la Bahía de Banderas, cada año se puede ver la llegada de las ballenas jorobadas, que se acercan para dar a luz. Además, se puede nadar junto a delfines y lobos marinos, en su hábitat natural.
Visitar la Riviera Nayarit es una oportunidad para conocer pueblos de culturas ancestrales, la artesanía de los huicholes, y la deliciosa comida mexicana.
Diversidad
A lo largo de la Riviera Nayarit hay muchas zonas de vida salvaje. La riviera es el hogar de 103 especies registradas de peces de arrecifes. Hay animales en áreas de conservación, como el jaguar, una de las especies protegidas de México. Las áreas donde estos habitan son protegidas del acceso de las personas.
Los principales peligros de estas especies son el hombre (la caza furtiva para comercio en el mercado negro), y los depredadores naturales.
Tortugas Golfinas
Las tortugas son seres maravillosos. Estos reptiles parecen fuertes, pero ante las acciones del hombre, ningún animal lo es. Cuando las tortugas son pequeñas, son muy inofensivas, y pocas logran vencer los obstáculos que se atraviesan entre los nidos y la costa.
Todos los años, las tortugas Golfinas regresan a las costas de la Riviera Nayarit, entre el Océano Pacífico y la Sierra Madre Occidental. Llevan más de 100 millones de años en el océano, desde las Galápagos hasta la Florida. Pero su antigüedad en nuestro planeta no impide que el hombre atente contra su existencia.
Cada año, entre los meses de junio a febrero, las tortugas llegan a anidar a las costas. Algunos de los campamentos de las tortugas están en Sayulita, Platanitos, Nuevo Vallarta y San Pancho, entre otros.
Cuando salen las pequeñas tortugas de los cascarones, es cuando las autoridades federales y las organizaciones civiles comienzan a actuar. Según informes de estos grupos, al año se liberan alrededor de un millón de tortugas al mar.
El punto donde ocurren en mayor medida estas acciones es el campo de Nuevo Vallarta, con unos 5,500 nidos registrados, liberando unas 400 mil tortugas, según informó a Barrio el sitio de la Riviera Nayarit.
Wildlife Connection es el grupo encargado de conectar las acciones de protección con el turismo. Desde la Marina Vallarta, promueve visitas a los campos de tortugas para que, con sus propias manos, liberen a estos preciosos animales. Así, aprenden de primera mano la importancia de la conservación, y el respeto a la naturaleza.
Gracias a los esfuerzos de las diferentes organizaciones que participan, se ha reportado un incremento de los nidos año tras año.
México tiene muchos tesoros naturales que merecen ser protegidos. Por eso, el turismo se convierte en una experiencia de aprendizaje para que la población foránea pueda ser parte de estas bonitas acciones.
Porque todos recordarán siempre el día en que salvaron una pequeña tortuga del tamaño de la palma de sus manos. Y para los niños, es una experiencia increíble.