El plato que no puede faltar en tu mesa este mes de diciembre.
Por: Grethel Delgado
Las fiestas de Navidad nos hacen recordar platos imprescindibles para estos días. Uno de ellos es el que se prepara con romeritos, los quelites que nacen de la milpa.
Aunque el puré de papas y la ensalada de manzana despiertan el antojo de todos, junto con el pavo navideño, los populares romeritos son los reyes de la mesa. Con papas, nopalitos y tortitas de camarón, se consumen mayormente en el centro de México.
Esta planta se da en México solamente y es famosa en muchos países. Pero como se prepara en México, no tiene comparación. A diferencia de otros quelites, no se come crudo, sino que se prepara cocido o guisado.
Cuando llevamos la historia al paladar
Sus valores nutricionales, con vitaminas, proteínas y aminoácidos, le dan un valor adicional a los romeritos. Los aztecas lo consumían para tener energías y la tradición culinaria se fue difundiendo de generación en generación.
La cultura prehispánica nos regaló la magia de los romeritos, frecuentemente servidos junto al ahuautle, el llamado “caviar azteca”.
Actualmente, para la cena de Navidad, los romeritos se comen bañados con otra estrella de la gastronomía mexicana: el mole.
Del cultivo a la mesa
Anualmente se cosechan unas 6 mil toneladas de romeritos, para el consumo nacional y la exportación. Esta planta crece alrededor de un metro, pero se suele cortar entre los 60 y 70 días después de sembrada.
El modo tradicional de prepararlos, o el más conocido, es con almendras, camarón seco, chiles, papas y ajonjolí. Hay recetas que incluyen huevos y nopales. Pero como sea que los preparemos, el sabor de los romeritos siempre estará presente.
Hay muchos platos en los que podemos agregar romeritos, pues combinan con carnes y mariscos. Para esta Navidad, podemos hacer la receta de la abuela, siguiendo con la tradición familiar, o encontrar nuevas maneras de preparar los famosos romeritos.
¿Qué dicen de estos romeritos con mantequilla y brocheta de camarones sobre mole orgánico?
Y para el recalentado, obviamente en torta: