Como la gran mayoría de los indocumentados, Braulio Monroy no hablaba inglés ni tenía la primaria, pero hoy da empleo a casi 300 personas.
Por: Oso Oseguera
Braulio Monroy Villeda abandonó “El Pocito”, en Jalpan de Serra, Querétaro, y se fue “pa’l otro lado” en 1985. Hoy, Braulio ya tiene la ciudadanía estadounidense y es un próspero emprendedor dedicado a la comercialización de semillas que da empleo a casi 300 personas.
Braulio cruzó sin papeles, con la primaria terminada y sin hablar inglés. Llegó a Florida y trabajó en la pizca del tomate. “Ganaba poco, apenas pagaban 3.35 dólares la hora. Soy de rancho y me gusta la agricultura”, le dijo al portal Cultura Colectiva.
Luego de Florida, Braulio “jaló” para Nueva York, luego a Pensilvania y finalmente se quedó en Michigan, estado donde lleva más de dos décadas de las más de tres que ha vivido en Estados Unidos.
Y justo en Michigan, hace cinco años, Braulio vive del campo, pero de su propia empresa. En temporada baja, la comercializadora de semillas da empleo a 50 personas, pero en los picos de mucho trabajo contrata hasta 300. Y, claro, Braulio recibe inmigrantes, algunos queretanos y de otros estados. Él —le comentó a El Universal— les da prestaciones laborales como un hogar temporal, transporte y asesoría legal.
Braulio no extraña México, pues casi cada año vuelve al terruño. De hecho, hace el viaje en esas grandes camionetas pick-up y en épocas difíciles —del narco y caminos peligrosos— organiza a los paisanos para viajar escoltados por la policía federal, en las célebres Caravanas de Migrantes.
En 2008, Braulio fue reconocido como El Paisano del Año, por autoridades de Jalpan de Serra, por sus logros alcanzados y por la aportación a la comunidad. Braulio y sus paisanos celebraron en una fiesta con baile, música, barbacoa, carnitas y diversión.
La American Community Survey, una encuesta que realiza la Oficina del Censo de Estados Unidos, estimaba una población de más de 130 mil inmigrantes indocumentados en 2014. Michigan no está incluido entre los estados con grandes flujos de inmigrantes como son California, Texas y Florida.
Braulio manda el mensaje cada que puede de que él es el vivo ejemplo de la cultura del esfuerzo y del éxito. Llegó sin nada y hoy vive el sueño americano en su propia empresa. “Soy de una pequeña comunidad y pensé que nunca lo iba a hacer. Pero las ganas de hacer las cosas nos ayudan a lograr nuestras metas”, dijo cuando recibió el reconocimiento.
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