Trump ha logrado intensificar el sentimiento independentista de California.
Por: Omar Porcayo
Cada vez más californianos ven con buenos ojos que su estado se convierta en una nación independiente. El sentimiento anti-Trump ha exacerbado el espíritu secesionista de la entidad más poblada y rica del país.
Una encuesta realizada en enero por Reuters/Ipsos indicó que el 32 % de los habitantes en California estaban a favor de independizarse de los Estados Unidos. Este porcentaje representa un incremento de 12 puntos respecto a las tendencias en 2014.
Actualmente esta iniciativa está recolectando firmas para llevar a cabo un referéndum en 2019 sobre la salida de California de la Unión Americana.
A pesar de que la llegada de Donald Trump a la presidencia revitalizó el movimiento, no se trata de una idea nueva.
“California tuvo varios movimientos independentistas. Algunos, unos 10 años atrás, quisieron dividirlo en cinco estados, o sea que esto no es nada nuevo. No es un grupo que está enojado porque Trump ganó las elecciones”, dijo a Telám Donald Sutton, miembro de la organización “Yes California“, que inició en 2014.
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— Yes California (@YesCalifornia) March 5, 2017
El Estado Dorado cuenta con las políticas más progresistas en el país y su tendencia es abiertamente democrática. Así lo demostraron los resultados electorales de noviembre, cuando Hillary Clinton duplicó en votos a Trump.
“California debe ser un país propio porque tenemos un sistema de valores diferente, somos la primera economía dentro de Estados Unidos, una nación dentro de una nación. Tenemos las posibilidades económicas, industria, recursos humanos, una población diversa y podemos subsistir con facilidad por nuestros propios medios”, agregó Sutton.
El Congreso de California se ha convertido en la primera línea de defensa en contra de las políticas de Trump, especialmente en las que tienen que ver con migración, comercio, derechos humanos y medio ambiente, pero los impulsores de la idea quieren ir más allá.
“Hay tanta hostilidad hacia Trump que muchas personas creen que sería más inteligente separarse que luchar”, explicó a Reuters el analista político Steve Maviglio.
Además de las diferencias ideológicas con el gobierno federal, hay razones económicas para que California considere que puede existir al margen del país. Con su producto interno bruto anual de 2.5 billones de dólares, representa a la sexta economía mundial.
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— Yes California (@YesCalifornia) March 4, 2017
El estado aporta más a la federación de lo que recibe: por cada dólar obtiene 78 centavos. Y aunque carga con el 15 % de la economía a nivel nacional, solo tiene un 2 % de los votos en elecciones presidenciales.
Las políticas migratorias de Trump que amenazan con deportar a millones de inmigrantes, que representan gran parte de la fuerza laboral de California, tienen en vilo a esta boyante economía.
“Durante más de dos años esta campaña ha estado viajando por el estado de California con el mensaje de la independencia. Sin embargo, hace dos meses fuimos testigos de una gran afluencia de apoyo por la elección de Donald Trump”, explica el líder del movimiento Louis Marinelli en el sitio web de Yes California.
“Muchos californianos, con razón, no pueden imaginar vivir en un país liderado por ese hombre. Este sentimiento está vivo en otros estados también, en particular en Washington y Oregon”, explicó.
Aunque analistas y politólogos consideran la posibilidad de la independencia una ilusión, cada vez son más californianos los que abrazan la idea, quizás solo como un escape de la realidad nacional.
Signature gathering for #Calexit in Oakland. pic.twitter.com/5F9hhlpKAu
— Yes California (@YesCalifornia) March 4, 2017
“Lo interesante es que el californiano medio, diría uno de cada 10 piensa que estamos locos; después hay 4 de 10 que quieren saber más sobre cómo funcionaría esto, conocer la logística; y finalmente 5 de 10 que directamente apoyan nuestra propuesta”, concluyó Sutton.
Aunque la separación aún sea más una fantasía que una realidad, el hecho es que cada vez más personas se sienten más californianos y menos estadounidenses.
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