Ponen un alto a los patrones abusivos y pasados de lanza, que se aprovechan de la ley antiinmigrante SB4.
Hace seis meses el huracán Harvey arrasó con Houston, la cuarta ciudad más grande de los Estados Unidos. Con tormentas de más de 50 pulgadas, la infraestructura de la urbe texana quedó severamente dañada y tomará años volver a reconstruirla.
En esa circunstancia la labor de los trabajadores inmigrantes indocumentados cobró una relevancia inusitada. Los paisanos representan el 50 % de los albañiles en la industria de la construcción, por lo que la empresa es imposible sin ellos.
A pesar de su importancia, los trabajadores se han enfrentado a patrones abusivos que les han estado robando sus salarios, confiados en que no serán denunciados debido a la ley antiinmigrante SB4 que da facultades a la policía para actuar como agentes de inmigración.
Adrián es un inmigrante mexicano que ha trabajado semanalmente 60 horas, pero que solo ha recibido el pago por 40. “Ellos dividían mi cheque en tres para no pagarme horas extras”, dijo a Democracy Now!
“Hay mucha gente que no dice nada, porque tiene miedo a que las cosas se salgan de control. Si ellos no hubieran impulsado la SB4 las cosas serían diferentes, porque muchos inmigrantes no están reportando los abusos por esta razón”, explicó.
El estado de Texas en concordancia con la política antiinmigrante de la Casa Blanca, impulsó una ley que crea un perfil racial sobre los hispanos y permite que cualquier autoridad local colabore con “La Migra” y pregunte a las personas por sus “papeles”.
Esta acometida sin razón, no solo ha afectado a los trabajadores, sino también a los consumidores y contratistas, pues la escasez de mano de obra ha incrementado los precios de la reconstrucción y duplicado los tiempos de entrega.
Héctor y Karla, son otros dos trabajadores que después de siete semanas trabajando reconstruyendo unos departamentos en el norte de Houston, simplemente no recibieron su cheque. Después de mucho insistir, recibieron una parte del pago en efectivo, que simplemente se evaporó en gastos médicos producto de un accidente de trabajo de Karla, sin embargo, encontraron ayuda.
“Les llamábamos indocumentados y sin pago, pero ahora les decimos indocumentados y sin pago, hasta ahora”, expresó Renée Feltz, activista y reportero.
Y es que en un desafío al sistema, la organización Workers Defense Project in Houston, ha comenzado a aglomerar a los trabajadores que han sufrido robo de salarios, para demandar y presentar gravámenes en contra de los patrones.
“Lo que sucedió es que Héctor se comunicó conmigo a través de las redes sociales, y quería saber qué podemos hacer para ayudarlo”, dijo Mauricio Iglesias, alias Chele, líder de la organización.
“No le pagaban durante varias semanas. Y al principio, él me habló, no confiaba en mí. Pero luego, cuando hablé con él y nos reunimos y le dijimos qué somos, qué es Proyecto de Defensa de los Trabajadores, se familiarizó con nosotros, y nos ganamos su confianza. Pudimos ayudar a Héctor y Karla al final, ya sabes, presentando gravámenes contra los administradores de los edificios de departamentos, y pudimos recuperar sus salarios”, concluyó.
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