Lyn May es una de las vedettes más reconocidas de México, pero su carrera se vio opacada por una mala cirugía estética
Lyn May es una de las vedettes más reconocidas de México, pero su carrera se vio opacada por una mala práctica durante una cirugía estética de la cara.
Durante su juventud, Lyn May fue convencida por una mujer para inyectarse colágeno en la cara y verse más bella, pero en realidad le inyectó aceite de cocina, lo que le causó hinchazón y daños severos en su rostro.
A pesar de su mala experiencia, Lyn May ha continuado sometiéndose a múltiples procedimientos estéticos para tratar de recuperar su imagen.
Según ha revelado, se ha sometido a más de 50 cirugías estéticas y aún continúan retirándole el aceite de su cara.
Este es el antes y después de Lyn May
Liliana Mendiola Mayanes nació en Acapulco, Guerrero, en una familia de origen chino y fue la mayor de cinco hermanos.
Desde niña trabajó para ayudar a su familia, primero vendiendo recuerdos turísticos y luego como mesera en el mercado central de Acapulco.
Se casó a los trece años con un marino de 42 tras ser víctima de abuso; con él tuvo dos hijas.
Regresó a Acapulco después de separarse definitivamente de su primer esposo y comenzó a trabajar como bailarina en cabarets locales.
En 1972 debutó en el Tropicana de Acapulco, donde conoció a Germán Valdés “Tin Tan”, quien la impulsó en sus primeros pasos artísticos.
En 1973 se unió al elenco de bailarinas del programa "Siempre en Domingo", lo que le abrió puertas en la Ciudad de México.
Fue bautizada como Lyn May por el empresario Enrique Lombardini al lanzarla como vedette estelar del Teatro Esperanza Iris.
Su primera aparición en cine fue en "Tívoli" (1974), cinta que marcó el inicio de su carrera en la pantalla grande.
Estelarizó por seis años un show en el Teatro Blanquita y fue inspiración de Dámaso Pérez Prado, quien le dedicó el mambo "El mango de Lyn".
Se consolidó en el cine de ficheras con películas como "Las ficheras" (1977), "Burlesque" (1980) y "Las cabareteras" (1980).
En televisión participó en "Variedades de medianoche" (1977) y en la telenovela "Yo no creo en los hombres" (1991).
A finales de los noventa reapareció participando en el videoclip "Mr. P. Mosh" de Plastilina Mosh.
Ha grabado más de cinco discos, experimentando con géneros como la balada romántica, la música tropical y el corrido norteño.
Se convirtió en heredera de los negocios de su segundo esposo, el empresario Antonio Chi, tras enviudar en 2008.
En años recientes ha retomado presentaciones en bares, hoteles y escenarios, además de impartir clases de baile tahitiano en Cancún.
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