El guajolote, la calabaza y el maíz son productos domesticados en tierras mexicanas hace milenios. La papa es una herencia Inca.
Por: Oso Oseguera
Hoy, cenaremos guajolote (pavo), puré de papa o de calabaza y maíz. Todos estos productos llegaron a Estados Unidos gracias al intercambio comercial que había entre las tribus que habitaron hace más de 5,000 años estas tierras.
“Más de 85% de los estadounidenses comerán en total 45 millones de pavos, en el festín de Acción de Gracias”, asegura la Federación Nacional del Pavo, “pero pocos saben que esta ave fue domesticada en lo que hoy conocemos como territorio mexicano”.
Fuente: National Turkey Federation.
El maíz y la calabaza, parte del menú del Thanksgiving, también provienen de tierras mexicanas, donde los mexicas domesticaron ambas verduras. Y estos vegetales se sirven para conmemorar el encuentro entre indígenas y colonos europeos.
Eric Thornton, un arqueólogo estadounidense, publicó que los huesos de pavo más antiguos fueron descubiertos apenas hace cuatro años por investigadores de las universidades de Florida y Trent. Los huesos de pavo hallados datan de unos 300 años A. C. al año 100 de la era actual.
“El pavo mexicano es el ancestro de todos los pavos que se consumen en el mundo”, afirmó la investigación publicada en la revista digital científica PLoS ONE.
Los arqueólogos señalan que el guajolote o “huexolotl” (en lengua náhuatl) fue domesticado por los mexicas.
La tradición y la leyenda señala en el encuentro entre indígenas de la etnia Wampanoag y los colonos europeos se sirvió pavo, pero no hay manera de confirmar este dato.
La calabaza y sus diversas formas, así como el maíz y sus variedades, fueron también cultivados y adaptados a la tierra por la tribu mexica, que fundó Tenochtitlán en lo que hoy conocemos como Ciudad de México.
Richard Stockton MacNeish, antropólogo, fue quien descubrió restos de plantas de maíz en una cueva en Coaxcatlán, en México. Esos granos de maíz son de alrededor de 5,000 A. C.
El puré de papas o patatas, otro acompañante de rigor, también es oriundo de la América prehispánica, esta vez cortesía de los Incas, quienes domesticaron el originalmente tubérculo venenoso.
Así que, en esta fecha tan especial, hay mucho que agradecerles a nuestros ancestros.