El Departamento de Seguridad Nacional lanzó una campaña publicitaria destinada a decirles a los inmigrantes indocumentados que no son bienvenidos en EE.UU
Hace unos días se dio a conocer una nueva campaña publicitaria, creada por el Departamento de Seguridad Nacional, destinada a recalcarles a los inmigrantes indocumentados que no son bienvenidos en EE.UU.
“Si usted es un extranjero criminal que está considerando ingresar ilegalmente a EE.UU., ni siquiera lo piense”, dijo la secretaria del Departamento de Seguridad Nacional, Kristi Noem. “Si viene aquí y viola nuestras leyes, lo perseguiremos. Los criminales no son bienvenidos en Estados Unidos”.
La campaña no solo se trasmitirá en medios tradicionales como radio o televisión, sino también en medios digitales. Los anuncios serán hipersegmentados, incluidas las redes sociales y mensajes de texto, para llegar a los indocumentados en EE.UU. y a los inmigrantes potenciales en absolutamente todo el planeta.
En un inusual mensaje de San Valentín, la Casa Blanca dio a conocer un poema en su cuenta oficial de X, en el que no dejaron de mencionar la postura sobre la inmigración y las políticas aprobadas por Trump, causando revuelo y un sinfín de reacciones de quienes utilizan la reconocida red social.
De acuerdo a las políticas que ha promovido el presidente Trump en su nuevo mandato, estas acciones son apoyada por los electores. En una encuesta de Marquette, el 60% de las personas apoya la deportación de los inmigrantes que se encuentran en el país ilegalmente y el 59% apoya la declaración de una emergencia nacional en la frontera, como ha hecho Trump.
Por otro lado, el 57% se opone a la deportación de inmigrantes que han estado en Estados Unidos ilegalmente durante varios años, están empleados y no tienen antecedentes penales, aunque parece probable que Trump deporte a muchas de esas personas.
Como se ha visto en los últimos días y luego de que Estados Unidos llegara a algunos acuerdos con países latinoamericanos , han llevado vuelos con deportados. México, por ejemplo, ha recibido cerca de 13.400 personas deportadas de Estados Unidos desde que Donald Trump volvió a la presidencia el 20 de enero, según datos del Gobierno de Claudia Sheinbaum. Así también países como El Salvador, Colombia y Venezuela, a los que se les ha devuelto algunos connacionales con el fin de minorizar la cantidad de inmigrantes indocumentados.