Porque no importa si eres hombre o mujer, cuando tu alma tiene la magia de Frida.
Por: Grethel Delgado
“Si yo pudiera darte una cosa en la vida,
me gustaría darte la capacidad de verte a ti mismo a través de mis ojos.
Sólo entonces te darás cuenta de lo especial que eres para mí”.
Frida Kahlo
Julio es el mes de Frida, del misterio y la poesía convertidos en mujer. La mujer de ceja alargada y flores en el pelo llegó en julio y también se nos fue en ese mes. Por eso, nada mejor para agradecer lo que la mexicana nos dejó que una fiesta en su nombre.
It's Fridamania!!!!!!!! #FridaFest pic.twitter.com/aVL5DLfIj5
— Dallas Museum of Art (@DallasMuseumArt) July 7, 2017
El Museo de Arte de Dallas, en Texas, celebró el aniversario número 110 de la artista mexicana el pasado 7 de julio. Con una enorme fiesta, a la que acudieron más de mil personas, esta institución batió además un nuevo récord. El cumpleaños de la artista hizo que cientos de personas acudieran vestidas con su estilo, lo cual llamó la atención de los Récords Guinness.
El mexicano Agustín Artega, director del museo, recalcó la importancia de mantener viva la tradición popular de vestirse como Frida para honrar su memoria. Así fue como el museo decidió organizar la fiesta de aniversario de la artista, nacida un 6 de julio de 1907.
Como los organizadores del evento del museo anunciaron, los participantes debían llevar pintada la peculiar ceja alargada, flores en el pelo, un rebozo rojo o rosa y un vestido floreado.
Fridamanía
El museo estimó que unas 250 personas participarían. Sin embargo, los miembros del museo se sorprendieron al recibir tantas personas animadas con la convocatoria. La Fridamanía se vivió en todo su esplendor, y hasta los hombres demostraron respeto hacia la artista vistiendo como ella.
La fiesta de cumpleaños de Frida se convirtió en un desfile de cientos de personas, entre hombres y mujeres, vestidos como la pintora. El desfile tuvo lugar cuando se exponía la muestra México 1900-1950, perfecta alineación 100 % mexicana para quienes asistieron al museo.
Frida era el arte personificado, la belleza del dolor intenso convertido en paisajes y retratos íntimos, a veces muy viscerales, pero siempre verdaderos.
A Frida Kahlo le debemos el hecho de comprender cuánto puede sufrir un artista. En su obra percibimos la historia que le llevó a pintarla, sus experiencias y sueños. Está todo ahí, frente a nosotros, con velos de misterio y seducción, como un reflejo de la cultura mexicana.
Para todos los Fridamaníacos, eventos como este ameritan un lugar en la historia.
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