Esta chica comprendió que la belleza es una cuestión de actitud.
Por: Grethel Delgado
La belleza no se define por el color de la piel o las medidas de tu cuerpo. Ash Soto es un ejemplo de cómo debemos enfrentar la vida, pues los defectos son simplemente diferencias y no motivos para dejarse caer.
El vitiligo es una enfermedad cutánea que conlleva a una despigmentación de la piel. Aproximadamente 1 de cada 100 personas padece esta enfermedad en los Estados Unidos. Ash Soto fue diagnosticada a los 12 años con vitiligo, y su alegría comenzó a opacarse mientras las manchas avanzaban.
Según comenta la chica, ser bella no es sentirse hermosa solo cuando tienes maquillaje, sino tener la seguridad de que eres una diosa aunque no lleves una gota de pintura en la cara.
“Deja de odiarte por lo que no eres y comienza a amarte por lo que eres”.
Además de las excelentes fotos, la puertorriqueña siempre comparte mensajes positivos para las mujeres. Su idea es que, como ella, aprendan a amarse como son, y descubran que mucho de lo que no les gusta es bello y el mundo puede celebrarlo. Como es su caso.
De niña, a medida que iban apareciendo las manchas en su piel, la criticaban o se burlaban de ella. Una vez, alguien le preguntó si se había duchado con cloro.
Episodios de este tipo le hicieron sentirse avergonzada por las manchas de su piel, por lo que siempre se vestía con mangas largas.
Óleo sobre piel
Ash está determinada a defender su punto, a mostrar la belleza en la cual se basa su confianza y autoestima, pero sobre todo le interesa que los demás puedan comprenderlo también.
Ha usado su cuerpo como una especie de lienzo, y jugando con los límites de sus manchas descubrió las encantadoras líneas que sugieren un mapamundi. Así, convierte en arte su belleza única y le da al mundo una lección.
La joven latina afirma que no debemos compararnos con otros, pues cada ser es único y tiene encantos irrepetibles.
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