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#Futuro: Las mansiones de “Transformers” son la nueva moda en Bolivia

Los transformers cambian la arquitectura de Bolivia.

Bolivia se llena de robótico colorido.

Edificios antiguos de Bolivia son renovados el estilo de los 'transformers'.

Por: Paola Flores

EL ALTO, Bolivia (AP) — Los Transformers han vuelto a transformarse.

Entre edificios antiguos adornados con motivos indígenas sobresale uno pintado de rojo, azul y plateado que se asemeja al líder de los personajes de películas y tiras cómicas que son furor entre los nuevos ricos de una de las ciudades más pobres de Bolivia.

El edificio de cinco pisos ubicado en la ciudad de El Alto, a unos 4.100 metros sobre el nivel del mar, posee un local de fiestas en la planta baja y galerías y apartamentos en los pisos superiores.

Mujeres pasan junto a la minimansión “El Gigante de Hierro”, construida para parecerse a un robot de caricaturas. (AP Foto/Juan Karita)

Inicios de los ‘cholets’

En 2014 surgieron en esta ciudad mini mansiones valuadas hasta en un millón de dólares que dieron lugar a una nueva tendencia en la arquitectura boliviana a la que se denominó “cultura Neo Andina”. Su manifestación más emblemática son los “cholets” -un juego de palabras entre cholo y chalet-, suntuosos edificios de vivos colores decorados con diseños andinos de la cultura aymara.

Pero ahora la moda es la construcción de edificios que representan a los Autobots, los robots sensibles provenientes del planeta Cybertron, y en especial a su líder Optimus Prime.

“Me parece que te sale el niño escondido que tenemos dentro”, dijo a The Associated Press Santos Churata, un fanático de los Transformers de 33 años que aunque no es arquitecto ha diseñado las fachadas de estas insólitas edificaciones. “El dueño se siente parte de la película”, agregó.

Mini mansión “Golden Prime”, decorada como un personaje de las caricaturas de Transformers. (AP Foto/Juan Karita)

En su mayoría los nuevos ricos indígenas son comerciantes informales que hicieron fortuna vendiendo cosas en la calle. A menudo invierten millones de dólares en edificios opulentos y salones de baile de colores brillantes.

Uno de los lugares favoritos para este despliegue arquitectónico es El Alto, una ciudad de contrastes. La mayoría de sus calles son de tierra, decenas de barrios carecen de alcantarillado y el transporte es caótico pero bulle de comercio informal y talleres artesanales. En sus puestos callejeros se puede comprar todo tipo de mercaderías, desde productos legales o de contrabando hasta autopartes robadas.

“Si te divierte, te hace feliz, ¿por qué no?”

Allí se levanta el edificio que replica a Optimus Prime y cuyos ojos parecen observar a los transeúntes como invitándolos a ingresar y protegerse de un posible ataque de los Decepticons, los antagonistas de los Autobots.

Estos edificios diseñados con tecnología 3D y construidos con materiales importados de China y Corea del Sur mantienen en su interior la estructura de los “cholets” -con lujosos salones de fiestas y apartamentos o chalets en los últimos pisos- pero han reemplazado la ornamentación indígena por diseños futuristas.

“Es decir, de figuras en movimiento, como si hicieras un viaje al futuro o al espacio con figuras tridimensionales que te hacen parecer en movimiento”, dijo Churata.

El diseñador explicó que el costo de una de estas construcciones puede llegar a triplicar el de una edificación común pero evitó dar un monto aproximado y se justificó: “Si te divierte, te hace feliz, ¿por qué no?”.

El joven ya ha diseñado seis edificios, cinco con la imagen de Optimus Prime y uno que representa a un robot de la película “Gigantes de Acero”. Su obra también llegó a un barrio alejado de La Paz y tiene proyectos en áreas rurales pese a que no cuenta con la licencia de los creadores de los personajes.

“Me gusta que mi casa sobresalga y pueda iluminar la vista de los que pasan”

Valerio Condori en su mini mansión “El gigante de hierro”, construida para parecerse a un robot de caricaturas. (AP Foto/Juan Karita).

En la foto, el salón de baile en la planta baja del edificio de cinco plantas se ve como el interior de un juguete gigante. En los pisos de arriba hay apartamentos ocultos tras la colorida decoración.

“Me gusta que mi casa sobresalga y pueda iluminar la vista de los que pasan”, contó Valerio Condori, un camionero de 40 años que se animó a un diseño de este tipo.

Pero para Gonzalo Salazar, director de la carrera de Arquitectura de la Universidad Mayor de San Andrés, este tipo de fachadas de superhéroes son “exageradas” y no tienen la “identidad cultural” de El Alto.

“Cruzar esta línea delgada es dejar la identidad cultural. Es un elemento demostrativo del dinero de El Alto y es más comercial”, aseguró.

 

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