Ningún homenaje es suficiente para este grupo de mujeres mexicanas.
Por: Omar Porcayo
El desierto de Arizona es una de las zonas más mortíferas para los inmigrantes que cruzan la frontera en busca del “sueño americano” y en el área metropolitana de Phoenix viven cerca de 250,000 indocumentados bajo el asedio de las autoridades estadounidenses.
Es por eso que ese estado fue elegido por el cineasta mexicano Arturo González Villaseñor, el Consulado General de México, la organización Border Community Alliance y el Comité de Arte y Cultura de Nogales, para presentar en la Unión Americana el multipremiado documental “Llévate mis amores“, acerca de “Las Patronas“, las mujeres que asisten a los inmigrantes en su peligrosa travesía por México.
Con dos presentaciones el pasado martes y miércoles en el United Methodist Church deGreen Valley, y en el The Tin Shed Theatre, de Patagonia, Arizona, los organizadores buscaron hacer conciencia del drama que viven a diario miles de seres humanos desplazados al norte, y del espíritu desinteresado de un grupo de humildes mujeres mexicanas.
“Me parece importante que la película se proyecte en Arizona, uno de los estados que más criminaliza al migrante por parte de las políticas estadounidenses, es sumamente importante que se pueda dialogar en público sobre esta problemática y dejar de verlos como cifras y números”, expresó a EFE González Villaseñor.
Las Patronas han ganado el Premio Nacional de Derechos Humanos por su extraordinaria labor, al dar comida y asistencia a los inmigrantes que se juegan la vida a bordo del tren conocido como “La Bestia”.
“La gente que menos tiene, cuando a cosas materiales nos referimos, es la que más aporta, busca dar lo que ellas pueden llegar a carecer. Descubrí esa parte que tiene que ver con el desprendimiento de las cosas materiales, estamos atados al consumismo, pero la felicidad está en otras cosas”, dijo el director del laureado filme.
La crítica del documental no solo es para las autoridades estadounidenses. Lo es también para el gobierno mexicano, indiferente ante los abusos que sufren los inmigrantes centroamericanos de sus oficiales y bandas criminales.
“Nosotros como mexicanos exigimos los derechos en los Estados Unidos y al final se cometen los mismos abusos en México hacia los migrantes centroamericanos. Se quejan de las políticas estadounidense y hacemos lo mismo y a veces hasta peor, porque son secuestrados, extorsionados, violan a las mujeres, no solo el narcotráfico, sino las mismas instituciones están involucradas en los abusos”, concluyó.