Las mamás mexicanas son a prueba de todo, el amor por sus hijos es más poderosos que cualquier muro o loco en la presidencia.
Los inmigrantes mexicanos están bajo el asedio de la retórica xenofóbica de Donald Trump. El presidente de los Estados Unidos ha intentado conectar los conceptos de criminal e inmigrante ante la opinión pública, sin embargo no hay aseveración más falsa y las mamás mexicanas que dejaron su país para buscar un buen futuro para sus hijos son el mejor ejemplo.
En el marco de la conmemoración por el Día de la Madre, las historias de estas 3 mexicanas dan testimonio del sacrificio y esfuerzo de una comunidad efervescente e imbatible.
Ali Guarneros Luna – Ingeniera aeroespacial
Su historia es digna de una película de Hollywood.
Dejó la Ciudad de México de niña y llegó a Estados Unidos de niña y sin un centavo. Con 30 años, madre soltera y un empleo que apenas le alcanzaba para mantenerse, decidió estudiar su carrera en la Universidad de San José.
Hoy a sus 44 años, la mexicana es un ejemplo de perseverancia y resiliencia. Se desempeña como ingeniera aeroespacial, una de las pocas científicas hispanas que laboran permanentemente en el Centro de Investigación Ames de la NASA, en Mountain View, California.
Cristina Martínez – Chef
Viajó a Estados Unidos en 2006 con el único fin de ayudar a su familia, pero debido a su estatus migratorio se vio obligada a regresar a México. Decidió volver a Filadelfia tres años después, tuvo que pasar días sin comida, ni agua en el desierto.
Tras mucho sacrificio, esta madre de familia pudo fundar el South Philly Barbacoa, listado entre los diez mejores nuevos restaurantes de la Unión Americana en 2016.
Su historia inspiró un podcast que recientemente valió un premio Ortega y Gasset de Periodismo.
El costo de estar lejos de casa ha sido alto: “Ella no pudo venir a esta entrega, ni ir a México a ver a su hija graduarse, ni a enterrar a su padre. Igual que miles de inmigrantes indocumentados no puede salir de EE. UU. sin arriesgarse a perder todo lo que ha conseguido con trabajo”, dijo la periodista Inger Díaz Barriga al recibir el premio.
Isabel Pascual – Campesina
Bajo el seudónimo de Isabel Pascual, esta inmigrante mexicana apareció en la portada de la revista Time como una de las mujeres que “rompieron el silencio” y dieron vida al movimiento en contra del acoso sexual y laboral.
“Me asusté cuando el hombre que me acosaba me amenazó con dañarme a mí y a mis hijos. Por eso guardé silencio. Me sentía desesperada. No paraba de llorar. Gracias a Dios, mis compañeras de trabajo me apoyaron. Así que dije: ‘ya es suficiente’. Perdí el miedo. No me importa si me critican. Ahora puedo apoyar a otras mujeres que están pasando por lo mismo”, expresó la trabajadora que representa a decenas de miles de mexicanas que trabajan por su familia en condiciones extremas en el campo de California.
Su valentía y ejemplo le valieron el reconocimiento a nivel nacional, que sigue abonando a una exigencia de justicia inmediata.
Lamentablemente muchas mamás en el país han sido blanco de agresiones de parte de “La Migra”, que ya no respeta nada y ha actuado con violencia frente a los hijos.