#NadaMelódico: La nueva revancha femenina, cantada a ritmo de country

#NadaMelódico: La nueva revancha femenina, cantada a ritmo de country

Dime qué cantas y te diré que vives. Las canciones de country reflejan una realidad: el abuso contra mujeres y su venganza

Por: Oso Oseguera

Carrie Underwood es la reina actual del country y tiene una canción “Church Bells” donde habla de Jenny, una mujer que se casa con un hombre violento. Después de una golpiza “ella se cubre los golpes con maquillaje, los ojos con lentes oscuros, y la mañana siguiente está sentada en el último banco, orando con el sacerdote”, dice la letra.

Los estudiosos del género Charles Wolfe y James Akenson señalan en su libro “The Women of Country Music: a Reader”, que en la música country, a diferencia de las canciones “sanitizadas” del pop, las primeras “reflejan la cultura de la que brotan”: es la parte sur del país, el corazón de la nación, donde ellas sufren gravemente de violencia doméstica. Aunque quizá Wolfe y Akenson no han escuchado a Gerardo Ortiz y sus letras “machistas”.

Proporcionalmente más mujeres son asesinadas por hombres en Carolina del Sur que en cualquier otro estado, según el estudio The No Más Study: Domestic Violence and Sexual Assault in the US Latin@ Community”.

Estos destellos siempre han aparecido en la música country, pero desde la perspectiva de los hombres agresores. En la década de los años 20 en la canción “T for Texas”, Jimmie Rodgers cantó “pobre Thelma/solo para ver su salto y caer.” En 1994, en “Delia’s gone”, el narrador, Johnny Cash, decía: “la encontró [a Delia] en la sala… atada a su silla y la mató”.

Ahora viene el turno de ellas. El mismo año de “Delia’s gone”, Martina McBride y su canción “Independence day” da cuenta de una mujer maltratada que quema su casa y a su marido el 4 de julio. Luego, Miranda Lambert canta en “Gunpowder and lead” que una mujer espera a su agresor con una pistola y un sixpack de cervezas. “Él me abofeteó y me zarandeó como muñeca de trapo/ No suena eso como un hombre de verdad”.

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Jenny, la de Underwood, “pone algo en el whisky Tennessee de su marido/ ningún abogado lo encontraría. Y cómo murió sigue siendo un misterio/ pero él la golpeó por última vez”. A diferencia de “Independece day”, que fue censurada por algunas estaciones de radio, de “Church bells” nadie se queja ni es vetada; suena mucho.

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En otra canción de Underwood, “Blown away”, una hijastra deja que un tornado ‘barra’ con su no-buen-padre. “Estas letras hablan de un cambio en cómo la sociedad, y las mujeres, responden a la violencia doméstica, dice Beverly Kleen, una periodista y comentarista de temas musicales y feministas.

Se estima que el abuso contra mujeres afecta a 10 millones de ellas cada año y su manifestación más severa es el feminicidio, que ha descendido en las últimas dos décadas en Estados Unidos.

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Sin embargo, a pesar de esta cifra positiva, un estudio en Georgia halló que en los últimos cinco años previos a su muerte, solo 15% de aquellas que murieron por violencia doméstica acudieron a pedir ayuda a centros especializados. Estos crímenes fueron perpetrados con armas, a pesar de las leyes locales y federales de mantenerlas lejos de los que abusan. Este año se cuentan 394 fatalidades en Estados Unidos.

(Gráficos y tablas fueron extraídos de “The No Más Study: Domestic Violence and Sexual Assault in the US Latin@ Community”, realizado por Avon Foundation for Women for Casa Esperanza: National Latino@ Network and No More, febrero de 2015. Con información de The Economist)