Las remesas que van a México se notan en la economía y hasta en las calles de los pueblos mexicanos.
Por: Oso Oseguera y José Antonio Cerqueiro
Las remesas enviadas a México reducen los niveles de pobreza en sus hogares: 83% de los montos son destinados a manutención de las familias.
El monto de remesas crece y si se añade la devaluación del peso frente al dólar, esto contribuye a disminuir los niveles de pobreza, señala el Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA).
En promedio, las familias reciben al mes 336 dólares, lo que representa 12.5% de los ingresos promedio de los mexicanos que laboran en Estados Unidos: 2,691 dólares.
Los resultados de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2015 revelan que unos 6.5 millones de adultos se benefician de estos envíos. El principal destino de las remesas, 83% del total, es para la manutención de las familias, destaca el estudio del CEMLA.
Los envíos de dinero resultaron significativamente mayores al medirlos en pesos, y esto ha permitido mejorar de forma importante los niveles de vida de muchos hogares, anota el CEMLA.
“El dinero contribuyó al financiamiento de su gasto de consumo, educación, salud, vivienda y en algunos casos también de negocios familiares”, señala el informe.
Crece el dinero enviado
El aumento de las remesas en dólares fue de 4.8% en 2015, pero de 21.8% en pesos constantes. Durante el primer semestre del presente año el crecimiento anual en dólares fue de 8.9% contra 26.8% en pesos.
En el primer semestre de 2016 en nueve estados del país el aumento del ingreso por remesas medido en pesos constantes superó a 30% y en la Ciudad de México dicho incremento fue muy elevado, al alcanzar 45.9%.
El tipo cambio del peso a la baja con relación al dólar y una inflación baja implica que los dólares que mandan los migrantes mexicanos en Estados Unidos han aumentado de manera muy importante su poder de compra en pesos en México.
En los últimos doce meses, que concluyeron en junio, el país captó 25,864 millones de dólares en remesas, y se prevé que en julio o agosto dichos flujos superarán el máximo histórico de 26,059 millones reportado a finales de 2007.
Según el Anuario de Migración y Remesas realizado por BBVA Research, en el 2014 México se ubicó en el quinto lugar entre los países que más remesas reciben, por debajo de India, China, Filipinas y Francia.
La mayoría de los hogares mexicanos receptores de remesas se caracterizan por pertenecer, en primer lugar, a localidades de tipo rural, con alto grado de marginación, además de que el nivel promedio de escolaridad de los jefes de familia es apenas de primaria.
El ingreso por remesas es reducido con relación al tamaño de la economía, al resultar equivalente en 2015 a 2.2% del PIB, pero alcanza una mayor penetración en estados como Guanajuato, Michoacán, Oaxaca y Guerrero, donde representan 13.9%, 9.9%, 7.4% y 6.9%, respectivamente.
El estudio del CEMLA destaca que las remesas son la principal fuente de ingresos para 27% de los hogares receptores y son muy importantes para 41%.
Los estados con mayor dependencia de remesas medidas en relación como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) son, en primer lugar, Michoacán, donde 7% de su PIB son remesas –el bienestar de esta entidad depende mucho de los envíos de dinero; el segundo estado más dependiente de estas divisas es Guerrero, con remesas de 6.8% en relación al PIB local; le siguen Oaxaca con 5.6% de remesas, Zacatecas con 4.5% y Guanajuato con 4% en relación al PIB estatal.
(Gráficos e infográficos provenientes del Anuario de Migración y Remesas 2015, de BBVA Bancomer Research)
—
Oso Oseguera realizó esta investigación desde México D.F. y José Antonio Cerqueiro realizó el video reportaje desde Miami, Florida.
Facebook
Twitter
Instagram