Donald Trump no es el primer político en intentar usar el gentilicio de "mexicano" como un insulto.
Por: Russell Contreras (AP)
ALBUQUERQUE, New Mexico — Donald Trump, el probable candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, se refirió a un juez federal nacido en Estados Unidos como “mexicano” y recibió una fuerte reacción incluso de otros republicanos.
Una legisladora demócrata negro llamó “mexicana” a la gobernadora republicana de New Mexico Susana Martinez durante una encendida discusión con otro legislador, y se vio obligada a disculparse. John Calipari, entonces técnicos de los Nets de New Jersey, fue criticado por arremeter contra un periodista latino llamándolo “idiota mexicano”.
Es cierto que la palabra “mexicano” describe la nacionalidad de los ciudadanos del país al sur de Estados Unidos. Pero también se ha utilizado como término peyorativo contra latinos nacidos en Estados Unidos, según dijeron varios académicos y personas que han sido blanco de ese ataque, con el objetivo de deshumanizarlos y tacharlos de extranjeros.
El último caso es el protagonizado por Trump, que utilizó la palabra “mexicano” para describir al juez de distrito Gonzalo Curiel. Esas declaraciones se produjeron después que Curiel aceptara desclasificar los detalles sobre una demanda colectiva de personas que dijeron ser víctimas de un fraude en la escuela de negocios del empresario, la ya clausurada Universidad Trump.
“El juez, que resulta ser, creemos, mexicano”, dijo Trump ante una muchedumbre en San Diego en una diatriba contra Curiel. “Lo que es genial. Yo creo que eso está bien”.
Pero cuando se le presionó para que explicara sus palabras sobre el magistrado, nacido en Indiana, Trump sugirió que Curiel carecía de la capacidad de ser objetivo debido a sus raíces.
Curiel tiene “un conflicto de interés inherente” porque Trump “va a construir un muro”, afirmó el magnate de bienes raíces en una entrevista con The Wall Street Journal. También dijo a CNN que Curiel es “de origen mexicano”, restando importancia al hecho de que Curiel naciera en Indiana y añadiendo que “está orgulloso de su origen”.
Sin embargo, las declaraciones de Trump provocaron una contundente condena de republicanos y activistas latinos. El republicano Paul Ryan, presidente de la Cámara de Representantes, describió los comentarios del empresario como “la definición de un libro de texto de comentarios racistas”. Roger Rocha Jr., presidente de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos de Estados Unidos (LULAC, por sus siglas en inglés), el grupo más antiguo del país en defensa de los derechos civiles de los latinos, afirmó que las declaraciones de Trump “personifican el racismo y son un bofetón en el rostro de los jueces de minorías de todo el país”.
Es probable que la forma en la que se empleó el término “mexicano” para describir a un juez mexicano-estadounidense contribuyera a alimentar las críticas generalizadas, señaló Alexandro Jose Gradilla, profesor de Estudios Chicanos de la Universidad Estatal de California, Fullerton.
“El uso que hace Trump del término refleja la larga historia de la palabra en Estados Unidos”, indicó Gradilla. “A menudo, ‘mexicano’ se utilizaba como eufemismo para uno de los muchos otros insultos relacionados contra los mexicano-estadounidenses”.
Esto se debe a que a menudo se utiliza para recordar a los mexicano-estadounidenses que los blancos no creían que tuvieran un hueco en el país o que formaran parte de su historia, especialmente tras la guerra entre México y Estados Unidos, explicó Gradilla.
“Es con eso con lo que juega Trump cuando describe (a Curiel) como simplemente un ‘mexicano”’, añadió el experto.
Hasta 1954, los jueces del Supremo de Estados Unidos mostraban confusiones sobre la situación legal de los mexicano-estadounidenses. Durante la vista oral de un caso contra una ley de Texas que permitía excluir a algunos mexicano-estadounidenses de los jurados, los jueces llamaron repetidas veces a los residentes en cuestión “mexicanos”, y un juez, Feliz Frankfurter, empleó otro término peyorativo.
Ese epíteto llevó al abogado de derechos civiles Gus Garcia a alegar que los primeros migrantes que vivieron en situación irregular en Texas fueron blancos sureños.
Michelle Tellez, profesora de Estudios Mexicano-Estadounidenses en la Universidad de Arizona, dijo que muchos mexicano-estadounidenses ven el término “mexicano” como algo malo por la forma en la que se ha utilizado contra ellos.
“Es un recordatorio de que no pertenecemos aquí”, dijo Tellez, que fue blanco de ése y otros epítetos en su infancia en San Diego.
Para evitar la connotación negativa, algunos mexicano-estadounidenses se describen como “mexicanos”, en español, como latinos o con otras palabras que recalcan su posición de clase media en el país, indicó Tellez.
Pero Trump está lejos de ser el único que se ve cuestionado por emplear la palabra.
En 2011, la legisladora demócrata de New Mexico Sheryl Williams Stapleton ofreció una disculpa pública tras emplear el término en referencia a Martinez, la primera gobernadora latina elegida en Estados Unidos. La NBA multó a Calipari con 25.000 dólares en 1997 por llamar a un periodista “idiota mexicano”.
Gloria Garcia, de 52 años y residente en Albuquerque, dijo que el hecho de que Trump empleara la palabra era el motivo principal por el que había votado en las primarias de New Mexico pese a las noticias sobre que la aspirante demócrata, Hillary Clinton, ya tenía delegados suficientes para obtener la candidatura del partido. “Es ofensivo”, dijo Garcia, que votó por Clinton. “Es como si él estuviera diciendo que somos sucios”.
Steven Michael Quezada, un actor mexicano-estadounidense que apareció en la serie de AMC “Breaking Bad”, señaló que todo depende del tono de la persona que emplee el término. “Al final, somos mexicanos. Yo soy mexicano”, comentó Quezada, que vive en Albuquerque. “Después de todo, todo esto fue México una vez”.
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