El virus del odio ha infectado por igual a mujeres, hombres, niños y ancianos.
Por: Omar Porcayo
Donald Trump no está solo en su disparatada cruzada contra los inmigrantes en Estados Unidos. Por desgracia, tiene un ejército de personas que desbordan odio y prejuicios sin razón, como los miles de asistentes que aplaudieron su infame discurso nativista del martes en Phoenix, Arizona.
Una integrante de esa vergonzosa legión antiinmigrante, aparece en un video que recorre la red de manera viral, reteniendo a dos jóvenes de origen mexicano y exigiendo sus papeles, como si fuera un policía, en lo que parece ser un incidente de tránsito.
Amenazante y sentada en el cofre del carro, la señora impidió que los ocupantes del vehículo se pudieran marchar del lugar, y les lanzó insultos y amenazas.
“¿Qué vienen hacer aquí? ¿Drogas?”, les pregunta la mujer en clara alusión a los dichos de Trump que estigmatizan a los mexicanos como criminales y narcotraficantes.
“¿Quiere revisarnos?”, la reta uno de los jóvenes, mientras que su acompañante pide auxilio a un familiar vía telefónica.
“No, no soy policía… quiero ver su seguro. Quiero ver una licencia válida de manejo, y si no tienen una…”, amenazó asumiendo que como indocumentados no tendrían un permiso para manejar.
Mediatakeout compartió el video en Facebook, donde ha acumulado 1.8 millones de reproducciones y decenas de miles de comentarios que condenan la actitud discriminatoria de la señora de raza blanca.
“Trump nos ha empoderado”, declaró a El País, David Duke, exlíder del Ku Klux Klan, luego de los terribles acontecimientos en Charlottesville, donde grupos de supremacistas blancos provocaron la muerte de una activista.
Este incidente refuerza la versión de Duke, al igual que el número creciente de crímenes de odio alrededor del país.
Como se observa en este y otros videos de denuncia, las agresiones racistas no se circunscriben a grupos organizados con ideologías neonazis, muchas de las personas captadas in fraganti son mujeres y hombres comunes, amas de casa, madres, abuelos, todos infectados por el virus del odio.
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