Esta mexicana no olvida sus raíces humildes y ayuda a otros con ese "empujoncito" necesario.
Por: Omar Porcayo
Brenda Martínez todavía no compite en Río 2016 y ya es una campeona.
La corredora mexicoamericana ahora es una estrella del equipo de pista y campo de los Estados Unidos que se presentará en los Juegos Olímpicos, pero en sus inicios no tenía ni para comprar zapatos.
Son sus raíces humildes las que la han motivado a hacer algo por los que lo necesitan. Por eso dona calzado a niños para que igual que ella, practiquen el atletismo y desarrollen un estilo de vida sano.
“Recuerdo cuando era joven y mis papás no me podían comprar zapatos de entrenamiento”, recordó la deportista de 28 años en su cuenta de Instagram.
“Los zapatos que llevaba a la escuela eran los mismos con los que entrenaba. Mi padre siempre intentaba encontrar zapatos para mí en las ofertas. Ahora estoy tratando de regresar algo al deporte que me permitió luchar en el mundo”.
Corrió contra la adversidad.
Martínez nació en Rancho Cucamonga, California. Comenzó a practicar atletismo a los 5 años, no para convertirse en una gran figura mundial, sino para evitar las problemáticas de crecer en un vecindario difícil.
“Las cosas no eran buenas en donde crecí, así que fue una manera de mantenerme lejos de eso. Mis papás me inscribieron en el club de atletismo para que me enfocara y fuera a la escuela”, contó a Latina.
Y vaya que correr en la pista fue su oportunidad de encontrar una mejor vida. Brenda fue la primera persona en su familia en acudir a la universidad (UC-Riverside).
A pesar de terminar el colegio y ser nombrada tres veces en el equipo All-American, la competidora mexicana tuvo que seguir luchando y pasando carencias. Estuvo cerca de poner su carrera en pausa y buscar un trabajo para subsistir, pero decidió perseverar junto a su esposo, Carlos Handler, otra estrella del atletismo colegial.
Cuando consiguió el patrocinio de una famosa marca de zapatos, las cosas comenzaron a cambiar, y pudo concentrarse de lleno en su profesión.
Es por esto que la medallista de bronce en los Mundiales de Atletismo de Moscú, se siente responsable de otros niños que necesitan ese “empujoncito” para dejar las calles y brillar en el deporte.
Desde hace cuatro años, Martínez invita a un campamento de verano a una docena de las mejores corredoras colegiales.
Ella y su esposo cubren todos los gastos de las chicas para entrenar en Big Bear Lake, California.
Su marca patrocinadora les otorga uniformes y tres pares de zapatos. Los mismos que ella no podía comprar en sus inicios.
“Veo a las chicas emocionadas, nunca imaginé que mi campamento podía influir a otros”, contó con la voz entrecortada en una entrevista con New Balance.
Brenda clasificó a los Juegos Olímpicos de Río 2016 para competir en la prueba de 1,500 metros, con un final de fotografía en las pruebas eliminatorias.
Esperamos que consiga la medalla de oro, pero para nosotros, ya es la número uno.
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