"Esto es solo el principio", advierte Trump después de presionar a Ford para no invertir en México.
Por: Omar Porcayo
Donald Trump aún no asume la presidencia de los Estados Unidos y los efectos de su “guerra” comercial ya se sienten con intensidad en México.
Este martes Ford anunció que desistiría de una inversión de 1,600 millones de dólares en el estado de San Luis Potosí. A cambio renovaría su planta en Michigan con una inversión de 700 millones de dólares, para generar alrededor de 700 empleos. Es la segunda empresa después de Carrier que cede a la presión de Trump.
El presidente electo de inmediato se atribuyó el mérito de frenar los planes de la compañía automotriz y advirtió que es “solo el principio”.
Thank you to Ford for scrapping a new plant in Mexico and creating 700 new jobs in the U.S. This is just the beginning – much more to follow
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) January 4, 2017
Debe de ser el principio pues sus agresivas amenazas siguen subiendo de tono. El mismo martes amenazó a General Motors con imponer un fuerte impuesto si maquilaba el Chevrolet Cruze en México.
General Motors is sending Mexican made model of Chevy Cruze to U.S. car dealers-tax free across border. Make in U.S.A.or pay big border tax!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) January 3, 2017
Tras el anuncio de Ford el peso se desplomó aún más alcanzando un nuevo récord a la baja de 21.75 por cada dólar.
Trump se ha ensañado con México para lograr acreditar su presidencia. Una encuesta de Politico dejó ver que la mayoría de los electores consideran que Trump debe hablar principalmente de la “creación de empleos” en su discurso de toma de protesta el próximo 20 de enero.
Analistas han explicado que este tipo de movimientos son populistas y en poco impactan a la economía estadounidense. Los trabajos en la manufactura serán desplazados por la automatización, por lo que el gobierno debería estar más ocupado en programas de capacitación, que en retener empleos que a la postre desaparecerán.
Para dejar en claro que su “guerra” comercial contra México será irrefrenable, Trump nombró a Robert Lighthizer como jefe negociador de comercio. Este abogado de Washington es ampliamente conocido por defender políticas proteccionistas.
El millonario estadounidense también ha amagado con sacar a Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio si Canadá y México no están dispuestos a renegociarlo.
La pobre respuesta del gobierno mexicano a la acometida de Trump es estridente. Bajo pretexto de diplomacia y serenidad, la administración de Enrique Peña Nieto solo ha alimentado la incertidumbre en los mercados e inversiones.
Este miércoles Peña Nieto removió a la Canciller Claudia Ruiz Massieu y nombró a Luis Videgaray, con la encomienda de acelerar el diálogo y los contactos con el equipo de transición de Trump.
Videgaray fue despedido de la Secretaría de Hacienda en septiembre por haber sido el orquestador del encuentro Peña – Trump a finales de agosto. Según versiones de la prensa mexicana, tiene contactos con el yerno de Trump y esa es su carta fuerte.
“(Las negociaciones) deberán alcanzarse promoviendo los intereses de México y sin menoscabo de nuestra soberanía y dignidad”, dijo Peña Nieto durante el nombramiento de Videgaray como encargado de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Así, mientras Trump ha desatado una tormenta sobre México, lo mejor que se le ocurre al gobierno de Peña Nieto es nombrar a un funcionario cuya mayor virtud es tener de conocido a un familiar de su “bully“.
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