Para callar a los racistas "se necesita una poca de gracia... y otra cosita".
Por: Omar Porcayo
En la era Trump los neonazis y supremacistas blancos se han envalentonado para salir de las sombras y manifestarse públicamente, pero han encontrado resistencia a su discurso de odio y racismo.
Este fin de semana un grupo de poco más de 300 supremacistas blancos hicieron un mitin en Shelbybville, Tennessee, donde una abrumadora oposición de 900 personas, los esperaron con una contraprotesta justo enfrente de ellos, que logró silenciarlos de la manera más original y emblemática.
Mientras el líder de los neonazis, Michael Hill, intentaba pronunciar un discurso en el marco de su evento denominado “White Lives Matter”, la oposición celebró a todo volumen con la tradicional canción mexicana “La Bamba”, frustrando la oratoria xenofóbica.
Counterprotesters play "La Bamba" while "White Lives Matter" rally leader Michael Hill speaks pic.twitter.com/8epfUVLzba
— BuzzFeed News (@BuzzFeedNews) October 28, 2017
“Oh, pueden festejar todo lo que quieran prostitutas degeneradas, nosotros apenas estamos empezando”, dijo furioso Hill, según se puede apreciar en un video de BuzzFeed News.
Hill regresó frustrado a su casa, pues de acuerdo con un reporte de Daily Mail, los neonazis dieron por terminado su evento y cancelaron una segunda manifestación que tendría lugar en Murfreesboro, por falta de quórum, ya que solo llegaron a la cita 30 racistas.
La manifestación que la policía catalogó como “potencialmente violenta”, terminó con una persona detenida por “comportamiento errático”.
Los oficiales tienen motivos para encender las alarmas cuando los neonazis salen a las calles, pues los pasados eventos en Charlottesville dejaron una activista fallecida, ante la complacencia del presidente Donald Trump, que no se ha atrevido a condenar las actividades de los grupos de supremacía blanca.
De acuerdo con un estudio de Southern Poverty Law Center, los grupos de odio han aumentado exponencialmente sus apariciones públicas desde el ascenso de Trump al poder y se han extendido por todo el país, hasta contar un total de 917.
Afortunadamente, existe “La Bamba”.
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