Su marido se encontraba en casa porque no tenía síntomas graves
Lisa Steadman, una mujer de 58 años que vive en Florida, logró recuperarse del COVID-19 pero al salir del hospital y regresar a casa, encontró a su esposo muerto por complicaciones del virus.
“Fue como entrar en una película de terror y desearía no haberlo visto nunca porque no puedo quitarme esa imagen de la cabeza”, declaró Lisa a Fox 13.
La pareja no se había vacunado porque tenían desconfianza de que hubieran creado la vacuna tan rápido y decidieron esperar para aplicársela.
Ronald Steadman, el esposo de Lisa, fue el primero en contagiarse, pero debido a que no presentaba síntomas graves, lo atendieron en una clínica ambulatoria y lo mandaron de regreso a casa con medicamentos.
Lisa fue quien presentó síntomas más graves y permaneció más de una semana hospitalizada en el hospital Central de Florida porque su oxigenación bajó a menos del 80%.
Su marido dejó de contestarle el teléfono
Durante el tiempo que permaneció hospitalizada, Lisa se mantuvo en contacto vía telefónica con su marido, quien le daba ánimos hasta que un día le dejó de responder.
Lisa indicó al diario The Washington Post que regresó a su casa el pasado 18 de agosto y al no encontrar su marido, intentó llamarlo, pero no lo localizó.
Fue por los ladridos de sus perros que llegó hasta a su habitación donde encontró el cuerpo de su marido sin señales de vida. Aunque no sabe cuándo murió, dedujo que sus mascotas tenían al menos dos días sin ser alimentadas.
A pesar de las críticas y comentarios negativos que ha recibido en sus redes sociales, Lisa afirma que ella solo hizo lo que pensó que era lo mejor para su salud.
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