Sus investigaciones ayudarán a entender enfermedades como el cáncer.
Las investigaciones de Selene Fernández Valverde en las áreas de genómica y bioinformática, la han colocado entre las cinco científicas jóvenes más prometedoras del mundo, acreedoras a la beca L’Oréal-Unesco International Rising Talents.
La doctora mexicana que desarrolla su trabajo en el Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad (Langebio) en el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav-IPN) de México, fue elegida entre 250 científicas de primer orden mundial para recibir el prestigioso reconocimiento el próximo 21 de marzo.
“Es para mí un honor este reconocimiento, es muy competido”, dijo a Conacyt la investigadora oriunda de Irapuato, Guanajuato.
La beca L’Oréal-Unesco International Rising Talents fue establecida en 1998 y entrega cinco premios de 100,000 euros para mujeres destacadas en medicina, paleontología, biología molecular, ecología o en biología del desarrollo.
“Me motiva a realizar un mejor trabajo, ello sin mencionar que es esencial para el desarrollo del proyecto de investigación toda vez que provee fondos para llevarlo a cabo. Hay que recordar que al tratarse de un trabajo de investigación, existen hipótesis que al final del mismo no necesariamente se confirman, pero lo relevante es que gracias a los recursos se pueden realizar los experimentos para validarlas o desecharlas”, agregó Fernández Valverde que viajará a Paris, Francia, para recibir su premio.
Los estudios premiados de la mexicana sobre el ADN (ácido desoxirribonucleico) y el ARN (el ácido ribonucleico que contiene la información genética procedente del ADN y el que determina el orden en que se unirán los aminoácidos) ayudan a entender enfermedades como el cáncer, dado que el 80% de las mutaciones genéticas asociadas a enfermedades humanas, ocurren en el ADN.
“Una parte de estos cambios afecta cómo se controla la producción de ARN mensajero, pero muchos otros están en regiones que producen ARN no codificante. Dada su prevalencia es importante entender qué funciones tienen estas moléculas en su conjunto”, explicó refiriéndose al ARN no codificante como “la materia oscura del genoma”, para hacerlo más asimilable a las personas.
La mexicana no omitió que se trata de un gran reconocimiento para las mujeres científicas que en México superan el promedio mundial, pero que están lejos de ser el 50 % del total.
Se trata de la tercera mexicana que ha ganado la beca en la historia.
Facebook
Twitter
Instagram