¿Día de Muertos o Halloween?: diferencias y similitudes

¿Día de Muertos o Halloween?: diferencias y similitudes

Aunque las festividades comparten varias similitudes, no son lo mismo y cada una tiene tradiciones que las hacen únicas

Es muy común confundir Halloween con el Día de Muertos por las similitudes que comparten. Sin embargo, aunque ambas fiestas sean rituales sincréticos para conmemorar a los fieles difuntos, sus orígenes son totalmente dispares.

Por un lado, Halloween proviene de un antiguo festival celta llamado Samhain y se celebra cada 31 de octubre. El Día de Muertos forma parte de la tradición mexicana de origen prehispánico que se festeja los días 1 y 2 de noviembre.

¿Pero por qué todas las culturas recapacitan sobre el más allá? La revista de Cultura del Gobierno de México nos explica la razón por la que buscamos una respuesta: Las nociones de divinidades y de la cosmogonía siempre estarán acompañadas por encontrarle un sentido a la muerte. En esta diversidad de visiones, la manera en que nuestras culturas celebran el reencuentro con sus muertos se conforma como una herencia cultural que nos otorga identidad”.

El Día de los Muertos

Si hay algo que identifica al pueblo mexicano es El Día de los Muertos. Una fecha señalada en la que las ánimas de los difuntos realizan el retorno transitorio y vuelven al mundo de los vivos. La finalidad de este viaje es visitar y convivir con sus familiares, así como abastecerse del alimento ofrecido en sus altares honoríficos.

En este día, no se celebra la muerte, sino la vida materializada en los altares brindados a los difuntos. Asimismo, el altar suele tener una base con dos niveles y puede hacerse de forma casera. Además, con el paso de los años, quizá deba emplearse un sellador o pegamento para repararlo. Después se cubrirá con una tela de color sólido. Además, se añadirán unas velas, pétalos de flores, un plato pequeño con sal, un vaso de agua, unos dulces, una foto del difunto al que se honra, objetos personales y, dependiendo del gusto del difunto, una bebida alcohólica o unos cigarrillos. Sin duda, es una fiesta popular llena de color y con una gran carga tanto filosófica como espiritual.

Halloween: la noche preferida de las brujas

La noche preferida de las brujas está vinculada sobre todo a Estados Unidos, aunque según señala la Universidad de Oxford, su origen podría tener aproximadamente 3.000 años. La celebración de Halloween era conocida anteriormente como Samhain (final del verano) y en ella se despedía a Lugh, el dios del Sol Celta, para darle la bienvenida a la nueva estación: el otoño.

La celebración fue transformándose poco a poco, ya que los diferentes estudios indican que los celtas disfrazados de espíritus pedían por las casas algo de comer o de beber. De hecho, tras la conquista del Imperio Romano, el Samhain se unió con la ‘Fiesta de la Cosecha’, y con la llegada del catolicismo cambió su nombre a «All Hallow´s Eve». De ahí, Halloween, (Víspera de todos los Santos), que también disfruta de otras versiones como el #MexiHalloween con sus originales y vistosos disfraces.

Piñatas: la fiesta continúa un mes después

Las llamadas posadas comienzan cada año el 16 de diciembre y finalizan el 24 de diciembre. Cabe destacar que la historia de las piñatas actuales se remonta al siglo XVI en Acolman de Nezahualcóyotl, Estado de México, ya que los frailes las utilizaban en las posadas o misas de aguinaldo como una herramienta de evangelización.

Lo más importante en la tradición de las piñatas es su simbolismo:

  • Los siete picos encarnan los pecados capitales: soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza.
  • Los brillantes colores encarnan la tentación.
  • Las láminas de oropel o latón aluden a los engaños del mundo.
  • La venda en los ojos nos recuerda lo ciega que es la fe.
  • El palo con el que rompemos la piñata significa que tanto la fuerza como la virtud pueden destruir engaños y pecados.
  • Los dulces, la fruta, los cacahuates y los juguetes representan algunas de las riquezas que el reino de los cielos nos ofrecerá como premio a la fe y a la perseverancia.

Al fin y al cabo, parece que después de todo, los latinos sabemos disfrutar de las cosas pequeñas que nos dan la vida, ya sea en El Día de los Muertos, en Halloween o con nuestras famosas piñatas.