Mariachis y ovaciones, para la mejor deportista mexicana de la actualidad.
Por: Omar Porcayo
Lupita González, la mejor deportista mexicana de la actualidad, regresó a su tierra entre los abrazos de su familia, música de mariachi, y el reconocimiento de todo un país, ávido de triunfos e inspiración.
Subcampeona mundial, luego de conseguir el fin de semana la medalla de plata en Londres 2017, la capitalina fue recibida en el aeropuerto con los honores que requiere una atleta capaz de hilar preseas en los Juegos Olímpicos y los Campeonatos Mundiales.
Regresó a México nuestra campeona, Lupita González. #OrgulloMexicano pic.twitter.com/6ejJ0vrehZ
— Azteca Noticias (@AztecaNoticias) August 15, 2017
Sus medallas de plata consecutivas representan un logro histórico para el deporte mexicano, sin embargo sus lágrimas al finalizar la competencia demuestran que Lupita no quedará conforme hasta subir a lo más alto del podio.
“Siempre he sido positiva y quiero pensar que en un futuro no muy lejano, pueda México aspirar a ese primer lugar que tanto anhelo”, expresó en conferencia de prensa, la militar mexicana que llegó un segundo después que la ahora campeona mundial, Yang Jiayu.
Muchas felicidades Lupita González, por ser la primera medallista mexicana en el @IAAFWorldChamps Londres 2017 #OrgulloMexicano.
— Enrique Peña Nieto (@EPN) August 13, 2017
Con sus logros, Lupita emuló a su ídolo de la infancia, la figura que despertó en ella su gusto por el atletismo: Ana Guevara.
“Como todos, veía la televisión de niña. Ves a los atletas y sueñas con esta ahí, así que lo intenté. Admiraba a Ana Guevara, me dije, ‘quiero ser como ella'”, declaró la mujer de 28 años.
Regresó a México la subcampeona del Mundo en marcha 20 Kms Lupita González #DespiertaConLoret pic.twitter.com/PGTB6qCIYz
— Antonio de Valdés (@adevaldes) August 15, 2017
El ingreso de Lupita al deporte que ahora le da tantas satisfacciones fue casi por casualidad, pues ella entrenaba boxeo, pero una lesión en la rodilla y su bajo peso, la llevaron a la caminata.
Sus padres, que pese a todas las dificultades apoyaron su carrera, ahora viven entre la alegría por sus éxitos y la tristeza de su continua ausencia en casa.
“Se siente uno muy contento, halagado, y hasta famoso… es algo que no se puede explicar”, dijo a TV Azteca, Enrique González, padre de Lupita.
Gracias pic.twitter.com/0NPqhtJst0
— Lupita González (@_LupitaGlez) August 14, 2017
“Es el precio de la fama, hay que esperarla y aguantarse a verla ‘un ratito’. Todo es bonito verla cuando llegó, pero da tristeza cuando se va”, agregó con la voz entrecortada su madre, Agustina Romero.
También medallista de oro en los Juegos Centroamericanos y Juegos Panamericanos, Lupita hoy por hoy es el rostro más visible del México que se supera con esfuerzo pese a las adversidades.