Reino Unido cedió al aislamiento. Estados Unidos aún está a tiempo de reflexionar y no cometer el mismo error.
El 52% de los británicos votaron este jueves por aislarse. Pese al éxito económico en sus 43 años como parte de la Comunidad Europea, el nativismo se impuso en un referéndum que dejó ver lo fragmentada que está la sociedad en la Gran Bretaña.
Estados Unidos está obligado a mirarse en el espejo del Reino Unido, pues el triunfo del “Brexit” recorrió el mismo camino que el ascenso de Donald Trump en las elecciones primarias del Partido Republicano, y los efectos nocivos se han reflejado de inmediato.
A solo unas horas de conocerse el resultado de la votación, la libra esterlina cayó a su nivel más bajo en 31 años. Y es que esta decisión impulsada por pura y simple xenofobia, tendrá fuertes consecuencias económicas para los británicos y el resto del mundo.
Así fue como triunfó la versión británica de Trump:
“Son criminales”
¿Te suena conocido?
Niguel Farage, líder del Partido Independentista Británico (UKIP por sus siglas en inglés) que impulsó la salida de la Comunidad Europea, era prácticamente irrelevante en la vida política británica hasta que hace 10 años comenzó a utilizar un discurso racista y de odio hacia los inmigrantes. Sí, igual que Donald Trump.
En 2014 habló de una “ola de crimen rumano” y en 2015 aseguró que muchos musulmanes “no quieren adaptarse” al estilo de vida británico y algunos “nos odian y quieren matarnos”.
Con esa retórica, los nativistas encendieron una llama de animadversión en contra de los rumanos, tal y como lo intenta el virtual candidato republicano con los mexicanos.
“Nos roban los trabajos”
“Trabajos Británicos, para trabajadores británicos”. Los impulsores de la salida de la Unión Europea también fueron al corazón de las clases campesinas, medias y bajas, con el cuento de que los inmigrantes se quedaban con todas las fuentes de trabajo.
Las reglas de inmigración y libre tránsito de Unión Europea favorecieron la llegada de inmigrantes a Inglaterra. De hecho la población inmigrante pasó de 3.8 millones en 1993 a 8.3 millones en 2014.
La retórica antiinmigrante incrementó el rechazo a los extranjeros a tal grado que un estudio de Oxford reveló que el 77% de los británicos pensaba que el número de inmigrantes debía reducirse.
Con la salida de la Unión Europea, miles de inmigrantes deberán solicitar visa o regresar a sus países de origen, lo que creará una crisis financiera y humanitaria, pues habrá familias con padres extranjeros e hijos británicos.
“Toma el control de tu país”.
La versión británica del “Make America Great Again” convenció a los sectores populares.
Boris Johnson, exalcalde de Londres, fue el gran impulsor del “Brexit”. Su personalidad desenvuelta ante los medios de comunicación le ganó las simpatías necesarias para liderar el movimiento, sustentado en la teoría del estado pequeño, con una mínima intervención estatal y conservador de las tradiciones autóctonas.
Sin importar que Gran Bretaña ERA la quinta economía del mundo, los líderes nativistas convencieron a la mitad de la población de que la integración con el resto de Europa y el mundo era nociva. Así, con un simple eslogan sin sustento.
40% de las compañías más importantes de Europa tienen sus oficinas en Londres. Se espera que debido al aislamiento de la Comunidad Europea, haya un éxodo, con las obvias consecuencias negativas para la economía de la mancomunidad.
De inmediato Trump se “colgó” del “Brexit” y dijo que es el preludio de su triunfo.
Just arrived in Scotland. Place is going wild over the vote. They took their country back, just like we will take America back. No games!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) June 24, 2016
Los analistas fallaron
¿Cuántos analistas y expertos en política se negaban a creer en las encuestas que apuntaban a que Donald Trump podría ser el candidato republicano? Muchas. Lo mismo pasó en Reino Unido.
A pesar de que la mayoría de los sondeos indicaban que la población estaba dividida y podría votar en cualquier sentido, los análisis sentenciaron que era imposible que ganara el “Leave” (Salir).
Ahora los mercados del mundo viven momentos de incertidumbre, e incluso el Primer Ministro, David Cameron, anunció su dimisión para octubre.
Las bolsas de Asia fueron las primeras en absorber el golpe de tan abrupto cambio en la geografía económica del mundo. Los mercados emergentes también se preparan para la sacudida del reacomodo europeo.
El “divorcio” tendrá lugar en los próximos dos años para resolver los efectos económicos, políticos y sociales.
En pleno siglo XXI dos países del primer mundo se han visto sometidos a la tentación del retroceso, al nacionalismo sin sentido. Uno ya cedió y pagará las consecuencias. ¿Será muy tarde para el otro?
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