Como montoneros son buenos, pero aquí salieron por patitas.
Por: Omar Porcayo
Enojados por los recientes retiros de monumentos confederados alrededor del país, un grupo de ultraderechistas pusieron sus ojos en el emblemático Chicano Park del Barrio Logan en San Diego, donde reposan históricos murales que retratan la vida y la historia de los latinos en la Unión Americana.
Roger Ogden, supremacista blanco que está detrás de sitios web antimusulmanes y antiinmigrantes, convocó el pasado domingo al evento que denominó “Picnic Patriótico”, con el fin de retirar algunas de las obras de arte debajo del puente Coronado en el lado sur del parque.
Según Los Angeles Times, a la cita llegó media docena de nativistas y fanáticos, pero no contaban con que la comunidad chicana había sido alertada y organizó rápidamente una contraprotesta para defender el “sitio histórico nacional”, como fue denominado este año el parque.
El Comité Directivo del Chicano Park recibió una gran respuesta a su convocatoria, en la que fue muy enfático al pedir a los asistentes que no cayeran en provocaciones y mantuvieran sus acciones dignas y sin violencia.
“Hemos protegido este lugar sagrado desde su fundación el 22 de abril de 1970 y lo seguiremos haciendo”, se lee en la misiva de Tommie Camarillo, presidente del comité.
Como se registró en diferentes videos que circulan en redes sociales, los breves enfrentamientos verbales no se pudieron evitar, aunque no pasó a mayores, pues los ultraderechistas fueron escoltados por la policía afuera del parque, con todo y sus pizzas, uno minutos después de que se elevó la tensión.
Al grito de “¡fuera!, ¡fuera!”, los latinos hicieron que se retirara el reducido grupo, con el patrimonio cultural intacto.
“Esto es lo que somos los latinos… habla de las dificultades que hemos atravesado en estos años. Nos identifica como comunidad, nos une y nos hace conocer nuestras raíces. Tiene un gran significado”, dijo Tania Márquez, una de las oradoras de la contraprotesta.
Por su parte, Arthur Schaper, uno de los nativistas asistentes, se quejó amargamente de no haber podido cumplir sus negras intenciones, luego de mostrar un video del “desalojo” a través de Facebook.
“¿Qué pasa en este país cuando los ciudadanos americanos no pueden visitar un parque en su propio estado, en su propio país, sin amenazas y violencia contra ellos?”, expresó con un dejo de víctima, en declaraciones al diario angelino.
Y es que cuando el mismo presidente de los Estados Unidos justifica a grupos neonazis, es natural que se sientan decepcionados de no poder destruir el patrimonio cultural de los latinos.
Lástima, ultranacionalistas, ahí para la otra.
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