¿Quiénes son peores, los narcos que reclutan menores, o los "policías" sin escrúpulos?
La vida del joven Cruz Velázquez Acevedo terminó en la frontera entre México y Estados Unidos en noviembre de 2013, cuando solo tenía 16 años. El estudiante de secundaria fue orillado por dos agentes de la Patrulla Fronteriza a beber un líquido que contenía metanfetamina líquida, que le causó la muerte ahí mismo, en la garita de San Ysidro, California.
La familia del mexicano demandó a las autoridades estadounidenses y será compensada con un millón de dólares, sin embargo, la revelación de un video sobre el incidente, contradice lo declarado por los oficiales involucrados, Valerie Baird y Adrian Perallon.
En las imágenes publicadas por ABC, se observa el momento en el que Baird abre la mochila del joven y extraen dos botellas con líquido.
Según consta en los documentos de la corte, el joven muy nervioso les dijo a los oficiales que se trataba de jugo y ellos hicieron que lo bebiera.
“Ellos sabían que había algo raro, algo que no estaba bien“, dijo a Univision Eugene Iredale, abogado de la familia. Con toda su experiencia en este tipo de casos, los agentes debieron aplicar los protocolos y detener al joven, conscientes de que eran drogas lo que había en las botellas.
La misma Baird aceptó que le pidió al joven “comprobar” que era jugo, pero negó que estuviera consciente de que eran sustancias dañinas.
Cruz Velázquez murió unos instantes más tarde de forma agónica. Lo recuperado por las investigaciones señala que gritaba “¡mi corazón, mi corazón!”, y que su temperatura superó los 105 grados Farenheit.
La familia y el abogado han aceptado que el joven cometió un acto “estúpido” y que debía sujetarse a lo que dicta la ley, no ser “ejecutado” ahí mismo.
La Aduanas y Protección Fronteriza señaló en un comunicado previo a la difusión de este video, que se realizó una investigación interna y que los oficiales no eran sujetos de ningún acto disciplinario y continuaban trabajando tan campantes.
Las “mulas” son jóvenes inexpertos reclutados bajo amenazas por el crimen organizado en México, para pasar drogas por la frontera a cambio de 100 o 200 dólares.
Este no es el primer caso en el que se documenta el proceder ilegal de la Patrulla Fronteriza. El engaño, la fuerza bruta y hasta actos de corrupción, son el “pan de cada día” en este cuerpo de seguridad nacional.
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