Porque ningún mexicano se olvida nunca de sus raíces, y eso vale oro.
Las mujeres mexicanas son conocidas por ser unas luchonas y fregonas, y justamente eso es lo que están haciendo las oaxaqueñas de Ciarena, una organización que trabaja para defender los derechos humanos de los indígenas y sus tierras.
Su lucha ha sido tan fuerte que el gobierno español decidió reconocerlas con el premio Fray Bartolomé de las Casas, que cada año reconoce a las personas o asociaciones que defienden a los pueblos originarios.
Durante los últimos años una de las tareas más importantes de Ciarena ha sido proteger a las mujeres indígenas que han sido víctimas de violencia, y brindar asesorías legales para que puedan denunciar sus casos.
Además, han llevado el caso de la triple discriminación que han recibido —por ser mujeres, pobres e indígenas— a foros internacionales.
Pero su labor de mujeres guerreras no se acaba ahí, porque también ayudan a poner sobre la mesa otros temas de abuso que sufre su pueblo, e incluso han creado su propia escuela de defensores de los derechos humanos para asegurar que los más jóvenes tengan las armas para velar de su bienestar.
Las indígenas de Ciarena no se olvidan de sus raíces, y también trabajan para defender a su tierra, en toda la extensión de la palabra.
El premio Fray Bartolomé de las Casas no solo es un reconocimiento simbólico, también incluye un apoyo económico de 50,000 euros para que la organización pueda continuar su labor de ayuda a los indígenas. Y claro, una bonita medalla con la forma de Fray Bartolomé.
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