Estados Unidos ya está listo para una presidenta. En México también hay una aspirante, pero, ¿a qué se va a enfrentar?
Por: Omar Porcayo
Si Hillary puede, ¿por qué yo no?
Esa es la pregunta que debe inspirar la candidatura presidencial de la primera mujer en la historia de los Estados Unidos. Y no hay que ir muy lejos para encontrar a una política con las mismas aspiraciones, está en México y acudió a la Convención Nacional Democrática.
Se trata de Margarita Zavala, una mexicana con asombrosas coincidencias con Clinton: es abogada, también fue representante popular y por si fuera poco, exprimera dama.
La esposa del expresidente mexicano Felipe Calderón, anunció en junio de 2015 sus intenciones de competir en las elecciones presidenciales de 2018, y ha encontrado en la campaña de Clinton el espejo necesario para reflejar su valor político.
“Es un momento histórico para las mujeres”, dijo Zavala a Univision desde Filadelfia, a donde fue invitada por el equipo de campaña de Clinton, para el acto de nominación.
“Me parece algo histórico que este país, que es una gran potencia en el mundo, esté postulando a una mujer y que vaya a ser presidenta. Y con ella están Ángela Merkel en Alemania y Theresa May en Reino Unido, la primera ministra de Escocia”, agregó.
Felicidades a @HillaryClinton primera mujer en obtener la candidatura de un partido a la presidencia de los #EstadosUnidos
— Margarita Zavala (@Mzavalagc) June 8, 2016
No hay que olvidar que las principales economías de América Latina ya han puesto su futuro en manos de mujeres. En Chile, Michelle Bachelet, en Argentina, Cristina Fernández, y en Brasil, Dilma Rousseff.
Pero, ¿está México preparado para una presidenta?
“Desde hace mucho ya se podía y de hecho yo pensé que para estas alturas ya hubiéramos tenido a alguien, a una mujer, pero bueno, ahí estaremos seguramente en el proceso de 2018”, expresó la ex diputada federal por el Partido Acción Nacional (PAN).
El optimismo de Zavala contrasta con la realidad estadística, pues en México solo el 17% de los altos cargos públicos son ocupados por una mujer. Esta situación contraviene los objetivos de la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres promulgada en 2006, que buscaba precisamente un equilibrio en la representatividad de las 57 millones de mujeres mexicanas.
De hecho, en la clasificación de las 10 mujeres mexicanas más poderosas 2015 de Forbes, solo hay dos políticas, el resto han conseguido destacar como empresarias, actrices y comunicadoras.
Las mujeres en México ganaron el derecho al sufragio en 1955, y desde entonces, solo han podido votar por 5 de sus congéneros, siendo Josefina Vásquez Mota del PAN, la que más votos obtuvo en 2012 –con el 25.41% de las preferencias. Fue el porcentaje más bajo de la historia para un candidato de su partido.
Además de las dificultades institucionales, una mujer deberá enfrentarse a los prejuicios que prevalecen en destacados actores políticos mexicanos.
Hace unos días, el expresidente Vicente Fox dijo que “vomita” a Felipe Calderón, porque “metió a su mujer al negocio“.
El tres veces candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, también descalificó a Margarita Zavala por su género, diciendo que “era una extensión de su esposo“.
Este tipo de descrédito a la figura femenina, es una muestra del machismo que rodea a la política mexicana y que sigue mirando con incredulidad sus aspiraciones a la presidencia.
¿Veremos una cumbre Estados Unidos – México en 2018 presidida por dos mujeres? Solo el tiempo dirá.
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