Samuel Tobías es un ejemplo para el mundo de lo que debe ser un verdadero doctor.
Por: Omar Porcayo
Históricamente Israel y Siria han vivido en conflicto. Son dos naciones enfrentadas política e ideológicamente, sin embargo, un médico mexicano ha puesto el ejemplo a sus colegas con una labor humanitaria sin igual: salva la vida de soldados sirios en hospitales israelíes.
Samuel Tobías es un neurocirujano nacido en la Ciudad de México, graduado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que reside en Israel y cuya especialidad es la cirugía de base de cráneo, los tumores cerebrales, la espina dorsal y los neurotraumas.
Con Siria en guerra con Israel y además sumida en un conflicto interno de proporciones mayúsculas, los soldados sirios heridos de gravedad necesitan atención y pocos habrían imaginado que la encuentran en el país enemigo.
“Algunos colegas se cuestionaban por qué voy a ayudar a quien mató a mis familias o incluso a quien me quiere matar”, contó a Notimex.
“Pero yo les respondía estamos aquí y yo les daré todo el tratamiento necesario sin importar religiones, estado, color o raza, son seres humanos que vienen en horas de necesidad y yo le daré todo lo que le doy como si fuera un ciudadano israelí”, agregó el doctor que hizo su residencia en Filadelfia.
Tobías ha sido testigo e impulsor de un cambio de paradigma drástico entre dos países en guerra.
“En marzo de 2012, el ejército llamó al director del hospital y nos dijo que había heridos del lado de Siria, nuestra respuesta inmediata fue ‘tráiganlos’. Y a partir de ahí cambiaron nuestras vidas, tanto como médicos, enfermeras, y los heridos”, relató a Enlace Judío, que lo calificó como un orgullo para la comunidad judío-mexicana.
Casado con una mujer judía desde hace 19 años y padre de dos niños israelíes-mexicanos, este neurocirujano es un ejemplo para todos los médicos del mundo, encargados de derribar fronteras, físicas e ideológicas.
“A ellos en Siria les enseñan que somos monstruos, y cuando cruzan la frontera se dan cuenta que son mentiras”, dijo el mexicano que ha experimentado el fenómeno de las fronteras y las barreras también entre México y Estados Unidos.
“No hay nada más hermoso y más espiritualmente satisfactorio que salvar una vida y darle la posibilidad a la gente de seguir viviendo”.
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