Cuentan en sus murales "nuestra versión" de la presencia mexicana en EE. UU.
Por: Omar Porcayo
Cuando uno recorre los pasillos de la Biblioteca Central de Los Ángeles, se encuentra con la versión del ilustrador Dean Cornwell sobre la colonización de América. En sus murales se pinta a los blancos europeos como grandes civilizadores, mientras que los indígenas autóctonos son retratados como salvajes que no tenían nada que aportar culturalmente a la región.
Como parte de la conmemoración del Mes de la Herencia Hispana, Maureen Moore, directora asociada del recinto, vio la oportunidad de cambiar la narrativa, de otorgar el derecho de réplica, y para eso no había nadie mejor que artistas provenientes de Oaxaca, uno de los puntos neurálgicos de la cultura indígena, especialmente zapoteca.
Darío Canul y Cosijoesa Cernas, integrantes del colectivo artístico Tlacolulokos, fueron los elegidos para elaborar una serie de murales contestatarios para explorar el lenguaje, la cultura y la riqueza de la cultura indígena, así como el intercambio cultural entre México y California, producto de la inmigración.
Canul y Cernas son originarios de Tlacolula, comunidad enclavada en el Valle Central de Oaxaca, donde se encuentra la mayor parte de la población zapoteca. No es casualidad entonces su selección para redecorar la biblioteca, pues Oaxaca y California están íntimamente relacionadas. El estado dorado es el mayor receptor de inmigrantes oaxaqueños, específicamente zapotecas. Se estima que en la actualidad viven hasta 250,000 personas de esa etnia, tan solo en Los Ángeles.
“Visualizando el lenguaje celebra la rica fábrica social de Los Ángeles, a través de la óptica de la vibrante comunidad oaxaqueña”, explica el museo.
“Los Tlacolulokos crearon una serie de nuevos murales para la histórica rotonda de la Biblioteca Central, para explorar el idioma y la cultura que han intercambiado México, Los Ángeles y más, con una mirada en cómo la inmigración y el ambiente sociopolítico moldean la identidad y las tradiciones culturales”, agrega.
La exposición cuyo nombre en zapoteco es “Gal rabenee ladxuu, ra galumbanuu xhten guccran nii ne guitenala’dxinu ca binni ma cusia’ndanu” (Para el orgullo de tu pueblo, por el camino de los viejos y el recuerdo de los olvidados), estará abierta al público hasta enero de 2018.
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