¿Acaso alguien se creyó ese cuento de que Trump estaba suavizando su postura en contra de los inmigrantes?
Por: Omar Porcayo
A un día de pronunciar su “importante” discurso sobre inmigración ilegal, el candidato republicano despejó las dudas que habían surgido las últimas semanas sobre la firmeza de su política antiinmigrante y dijo que el muro en la frontera con México está más en pie que nunca.
“Desde el día uno dije que iba a construir un gran muro en la frontera sur, y mucho más. Alto a la inmigración ilegal. ¡Esperen al miércoles!”, escribió en su cuenta de Twitter.
From day one I said that I was going to build a great wall on the SOUTHERN BORDER, and much more. Stop illegal immigration. Watch Wednesday!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) August 30, 2016
En las últimas semanas, la campaña de Trump había enviado señales confusas sobre su política en contra de los 11 millones de inmigrantes indocumentados a los que prometió expulsar.
No es casualidad que fue en paradas por estados como Florida, donde el voto latino es crucial, en las que se mostró más cauto con sus palabras y hasta dijo que “podría considerar” no deportar a personas que llegaron desde pequeñas, tienen hijos estadounidenses y trabajan. Solo lo mencionó, sin aclarar si era una propuesta de gobierno.
Pero apenas pisó Iowa y volvió a la ofensiva irrestricta en contra de los inmigrantes. Estableció que el sistema de visas tiene que ser más rígido y propuso buscar a las personas cuya visa expiró, para echarlas del país inmediatamente.
“Si no reforzamos la fecha de expiración de visas, entonces simplemente tenemos una frontera abierta”, dijo en un mitin.
Trump eligió Arizona para pronunciar lo que calificó como “gran discurso” sobre inmigración ilegal. Uno de los lugares más hostiles para los inmigrantes y donde se generó la infame ley SB1070.
Uno de sus más fervientes seguidores, el sheriff del condado de Maricopa, Joe Arpaio, adelantó a CNN que Trump “no había suavizado” su postura antiinmigrante y que el muro en la frontera era “más necesario que nunca”.
Los cercanos a Trump como el exalcalde de New York, Rudy Giuliani, y el exgobernador de Texas, Rick Perry, han refrendado su apoyo a la gigantesca construcción divisora.
Sus seguidores están igual de obsesionados con los muros. Una encuesta de Public Policy Polling, reveló que un 31% de sus electores están de acuerdo con construir un muro en el Océano Atlántico para detener a los inmigrantes musulmanes.
“Será un muro de concreto, y como saben, México va a pagar por él“, dijo el martes en “Fox and Friends” Jason Miller, portavoz de Trump.
Las autoridades de México han reiterado una y otra vez que no pagarán por el muro. Además sigue siendo una incógnita su costo real y viabilidad.
“La propuesta no es real, tiene implicaciones ambientales, comerciales y de violación a la propiedad privada”, escribió en Twitter el representante por el distrito séptimo de Arizona, Rubén Gallego.
Así que para los que llegaron a dudar, está claro que Trump sigue siendo el mismo nativista y fanático de siempre.
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