Ya olvidó cuando ponía a su “madrina” a pedir votos en español, pero los latinos se lo piensan recordar en las próximas elecciones.
¿Qué pensará ahora la madrina de su ahijadito?
Por: Omar Porcayo
Greg Abbott pasará a la historia como el gobernador de Texas que firmó la ley más agresiva en contra de la comunidad latina. Dejó en el olvido los días en que su “madrina” pedía en español el voto de los hispanos, pero su “traición” le va a costar caro.
“Soy su suegra y su madrina”, decía Mary Lucy Phalen en 2014. “Él es alguien en quien puedes confiar”.
Este domingo el republicano apareció muy entusiasmado en una transmisión en Facebook para anunciar la validación de la ley SB4, que busca terminar con las ciudades santuario en el estado, además de que otorga facultades a los cuerpos de policía para ejercer labores de agentes de migración.
“Es una burla a las familias inmigrantes”, expresó a Dallas News María Duque, latina católica de Texas, integrante de dos grupos de electores a los que Abbott apeló en su campaña para gobernador en 2014 y que ahora se sienten traicionados.
“Me siento engañada, yo sabía quién era él [Abbott], pero ahora me siento humillada, él humilló a nuestra comunidad inmigrante… Dice una cosa, pero hace otra, creo que es momento de que una nueva generación de latinos salga a votar por alguien realmente honesto”, recordó Duque, a propósito de la reelección que Abbott buscará el próximo año.
De acuerdo con activistas y organizaciones proinmigrantes, esta ley es aún más extrema que la infame ley de odio de 2010 en Arizona. “Este tipo de leyes aumentan el uso del perfil racial y disminuyen la seguridad pública”, dijo a La Opinión Terri Burke, director ejecutivo de la Unión de Libertades Civiles de Texas.
La ley es una afrenta directa a la comunidad hispana, que representa el 39 % del total de la población en el estado. De hecho es la segunda entidad a nivel nacional con más latinos.
De los 10.4 millones de hispanos que viven en Texas, al menos 1.5 son indocumentados, pero esta ley que entrará en vigor el 1 de septiembre, afectará a todos, sin importar su estatus migratorio, aseguró la activista ex indocumentada Silvia Martínez. “Les van a pedir papeles, porque las autoridades no podrán distinguir entre alguien como yo, que ahora es ciudadana y otros latinos en la comunidad… Esto los afectará a todos“.
Para darse una idea de lo discriminadoras que son estas leyes, Workers Defense Project recordó que cuando la ciudad de Irving, Texas celebró un contrato con ICE, los arrestos de conductores latinos se incrementaron un 223 %, y las detenciones por crímenes menores un 250%.
De acuerdo con abogados de la organización Raíces, la policía no puede pedir papeles o preguntar el estado migratorio a cualquier persona al azar, primero debe haber un motivo justificado para una detención, aunque sea algo menor como cruzar la calle sin el semáforo en verde. Puntualizaron que solo la persona detenida puede ser sujeto a revisión migratoria, no sus acompañantes, y nunca pueden ser molestados en su casa, a menos que la policía tenga una orden de un juez.
Y es que muchas familias en el estado están compuestas por miembros con diferentes estatus migratorios, así que la animosidad es en contra de todos por su origen étnico.
“Cuando los políticos dicen que esta ley es para perseguir a los indocumentados…esto no es verdad. ¿Cómo puedes aterrorizar solamente a la mitad de una familia”, expresó Carla Pérez, líder juvenil beneficiaria del alivio migratorio DACA.
Abbott tendrá que rendir cuentas el próximo año al 40 % de los latinos que votaron por él. En el estado hay 4.8 millones de hispanos que pueden votar y con toda seguridad le cobrarán la factura por la terrible forma en que usó el poder para atacar a una minoría.
“Cuando la historia mire hacia atrás al gobernador Abbott, encontrará al gobernador más antilatino de la historia moderna de Texas”, aseguró en una protesta frente a la casa de gobierno el representante federal de Dallas, Rafael Anchia.
.@RafaelAnchia says he stands in solidarity as a son of immigrants #sb4 #txlege pic.twitter.com/2dRU7ICwho
— James Barragán (@James_Barragan) May 8, 2017
Enrique Acevedo, periodista de Univision recordó que estas leyes han sido un parteaguas político. Cuando en California se firmó la ley antiinmigrante 187, los republicanos nunca más ganaron la gubernatura en el estado.
Remember California's proposition 187 and how it change the political landscape. No republican has won in that state since. Texas is next. https://t.co/O7zvegx7ky
— Enrique Acevedo (@Enrique_Acevedo) May 8, 2017
Por si fuera poco, la economía del estado se ha desmoronado en la administración Abbott. Según el representante Julián Castro, el gobernador están tan ocupado intentando separar familias, que olvida atender los asuntos realmente importantes.
“Bajo su cuidado la economía de Texas ha caido del lugar 3 al 21. No hay duda, está demasiado ocupado dividiendo a la gente, como para mejorar la economía del estado”.
Under his watch the Texas economy has fallen from 3rd to 21st. No wonder. He's too busy dividing people to improve the state's economy. https://t.co/VMUeOkrZFO
— Julián Castro (@JulianCastro) May 8, 2017
Es muy probable que Abbott firmó el acta de defunción republicana en el estado de la estrella solitaria y esta vez, ni su madrina, ni su abuela, lo van a salvar.
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