Es difícil distinguir cuál de toda la sarta de vulgaridades y dichos racistas, es la peor de Trump, pero sus recientes ataques al Juez Gonzalo Curiel de San Diego, lo convierten en el candidato a la presidencia más peligroso de la historia.
Hay tantas cosas deplorables en la acometida de Trump en contra de Curiel, que es difícil decidir por dónde empezar. Trump asegura que las decisiones que ha tomado el juez en las demandas por las fallidas Universidades Trump, van en su contra porque tiene “herencia mexicana”.
A pesar de que el juez nació en Indiana y es estadounidense, el precandidato republicano dice que puede estar en su contra porque va a construir un muro en la frontera con México. También ha sugerido que cualquier juez de herencia musulmana, estaría en su contra.
No solo es eso, Trump ha criticado al sistema judicial y ha sugerido que una vez presidente, cambiaría “algunas cosas”.
Este fanatismo étnico y religioso, es una elevación deplorable de una persona que antepone sus intereses financieros y personales a los de la nación. Pero lo peor y más temible es el ataque de un candidato a la presidencia a la ley. Es peligroso que una persona beligerante y de tal temperamento, pueda desafiar así a las cortes desde la Casa Blanca.
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