Colombia festeja los logros de Caterine Ibargüen en los Juegos Olímpicos de Río 2016. Sin embargo, otra estrella colombiana queda en las sombras.
Por: Grethel Delgado
Parecerían dos caras de una misma moneda. Ambas son atletas colombianas, exitosas, y han superado obstáculos, recibiendo grandes premios. Caterine Ibargüen acaba de ganar una medalla de oro en el salto triple, dejando atrás a la joven Yulimar Rojas, de Venezuela.
Caterine comentó a la prensa de los juegos de Río 2016 lo siguiente:
“Estoy súper contenta porque salió todo lo que habíamos planificado más allá de que hoy salí de mi habitación con el sueño de ser campeona”.
Mientras tanto, otra deportista que ostenta un récord hace más de 20 años, no recibe la ayuda que necesita de su gobierno. Ella es Zorobabelia Córdoba.
¿Por qué estas dos estrellas del deporte colombiano tienen destinos tan opuestos? Bueno, dejemos que los objetos definan el estado actual de sus vidas. Caterine guarda con alegría su medalla de oro, mientras que Zorobabelia se apoya en sus muletas para poder caminar.
Si bien nos alegramos por los triunfos de Ibargüen en los Juegos Olímpicos, no podemos desatender a esta otra atleta. Ella también se ha sacrificado para poner en alto el nombre de Colombia. Ambas sufrieron lesiones. A pesar del dolor y los riesgos, decidieron seguir compitiendo. Estos retos les dieron buenas recompensas en las competiciones.
Pero Zorobabelia no logró reponerse después de los percances que sufrió. Todo comenzó en 1993, con un accidente que la dejó con un 61.99% de incapacidad. Aquello significó su retiro definitivo del deporte. El 23 de junio del 2007, tuvo otro accidente que le generó problemas con su hombro y su rodilla derecha. Continuó así, hasta que en 2010 sufrió otra lesión, y la pensionaron. Pero la pensión fue por enfermedad común, cuando debió reconocerse como un accidente de trabajo, según reclama la exatleta.
La mujer que aún mantiene un récord nacional del héptatlon desde 1992, con 5.808 puntos, tiene artrosis, ha sufrido rupturas en su hombro izquierdo, y tiene una rodilla afectada.
Vive en casa de su hermana, pues la suya, que empezó a pagar gracias a sus éxitos deportivos, está en litigio. Más de 20 años de éxitos deportivos no lograron impedir que su casa en el barrio Los Colores de la capital de Antioquia se encuentre embargada.
¿De qué sirven ahora las medallas y la fama del momento? Su petición se mantiene en el aire. Las autoridades no le dan una respuesta, más allá del alegato que afirma la imposibilidad de recibir una pensión por accidente de trabajo.
La exdeportista comentó que su caso podría repetirse en otros atletas, e hizo una advertencia en las redes.
Es sólo el principio cuando @tripleCIbarguen ya no de más truinfos seguro le darán la espalda como a muchos. https://t.co/K5hwb07SKy
— ZOROBABELIA CORDOBA (@ZOROBABELIAC) July 11, 2016
Zoro, como le dicen cariñosamente, nació en Chocó, y desde niña soñaba con tener logros deportivos. Su sueño se cumplió, pero no del todo.
Aunque fue campeona a nivel nacional, y en Centro América y el Caribe, ahora no puede recibir la pensión vitalicia descrita en el artículo 45, Ley 181, de 1995, para las glorias del deporte. ¿Por qué? Esta ley es solo para “campeones mundiales oficiales, medallistas en campeonatos mundiales oficiales en la máxima categoría o de Juegos Olímpicos”.
La perla negra del atletismo se siente abandonada. Después de tantas glorias, no recibe apoyo de quienes, años atrás, disfrutaban frente a sus pantallas viéndola competir.
“Mi nueva competencia la llevo contra en banco que quiere rematar mi casa y más que esperar a que se solidaricen con mi causa, lo que busco es que los colombianos piensen en todos los deportistas que fuimos famosos, conseguimos triunfos y después nos dejaron olvidados”, dijo la exatleta a El Universal de Colombia.
Esperemos que Zoro reciba una respuesta y acción seguras por parte de las autoridades. Es hora de que la escuchen, ¿no creen?
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