La "pelea del año" no decepcionó y resultó una verdadera guerra.
LAS VEGAS (AP) — Gennady Golovkin retuvo sus cetros del peso mediano al empatar el sábado con Saúl “Canelo” Álvarez en una brutal batalla que debe abrir el compás para una pronta revancha.
El combate cumplió de sobra con las expectativas: los dos no se guardaron nada al intercambiar golpes demoledores durante los 12 asaltos.
Ninguno sufrió una caída. Tampoco terminaron con heridas de seriedad. Eso sí, ambos pudieron calzar potentes golpes a los rostros, haciendo vibrar al público.
Golovkin fue el agresor de principio a fin, pero sin poder derribar al ídolo mexicano. Álvarez supo responder en sus intercambios con “Triple G”.
La refriega mantuvo la intensidad hasta los últimos segundos, y se tuvo que apelar a las tarjetas.
Un juez señaló al “Canelo” como victorioso por 118-110, otro apuntó un 115-113 a favor de Golovkin y uno tercero registró un 114-114. La tarjeta de The Associated Press la vio igualada, 114-114.
Golovkin, quien nunca ha perdido en 38 peleas, conservó sus títulos medianos gracias al empate. Pero Álvarez demostró que no sólo podía absorber el impacto de la poderosa pegada del kazajo, sino que también pudo castigar a su rival.
“Yo gané siete, ocho asaltos fácilmente”, afirmó Álvarez.
La pelea fue un deleite para los 22.358 espectadores en la T-Mobile Arena, testigos de la clase de exhibición que los puristas del boxeo habían anticipado. Fue un emocionante, de jabs punzantes y varios intercambios. Ninguno estuvo dispuesto a retroceder ante el otro.
“Felicitaciones a todos mis amigos mexicanos”, dijo Golovkin. “Yo quería una pelea de verdad y drama”.
Y drama fue lo que se vivió en el tramo final de la pelea, en la que Álvarez sacó el resto que tenía y estremeció a Golovkin con uppercuts y la fortaleza de su mano derecha. Pero Golovkin devolvía todo lo que recibía.
Fue una batalla desde el campanazo inicial, con Golovkin decidido a arrinconar a Álvarez, pero reiteradamente fue impactado por el mexicano.
Golovkin pronosticó previo a la pelea que los últimos asaltos asemejarían una pelea callejera, y de cierta forma así fue.
“Hoy me han dado un empate. Me enfoco en pelear”, dijo Golovkin. “Fíjense en mis cinturones. Sigo siendo el campeón. No he perdido”.
Golovkin esperó por la oportunidad de enfrentar a Álvarez durante casi dos años, tratando de protagonizar un combate de primera categoría para embolsar varios millones de dólares y establecerse como una figura capaz de generar ventas de pago por ver. Álvarez finalmente aceptó, luego que Golovkin lució vulnerable al inicio de este año ante Daniel Jacobs, en una decisión que puso fin a su racha de 23 victorias seguidas por la vía del nocaut.
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