La tradición familiar inspiró al chef Omar Montero a desarrollar el arte culinario mexicano con respeto y dedicación.
Por: Betsabé Basañez y Grethel Delgado
El chef Omar Montero vino a Estados Unidos para cumplir su sueño profesional. Optó por el camino difícil, asumió retos, amplió sus estudios y se alejó de su familia, pero su esfuerzo como inmigrante comienza a dar frutos.
En Barrio conversamos con el chef mexicano acerca de sus proyectos.
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Omar creció rodeado de recetas y amor por la comida mexicana. En su natal Ciudad de México, pasaba mucho tiempo en la cocina junto a sus tías abuelas, mientras se preparaban los platos del día.
Nunca lo vio como un trabajo de la mujer, al contrario, las apoyaba y prestaba mucha atención a lo que hacían.
“Al momento de tomar una decisión profesional me vi en una interrogante. Había dos cosas que me motivaban; por una parte la abogacía y por otra la gastronomía. Cosas completamente diferentes. De una y otra manera mi familia estaba involucrada en el ambiente de la política. Pero a la vez por el lado de mi madre, estaba el negocio del catering, del banquete”, comentó Omar.
Estudió durante cuatro años en la carrera de Gastronomía en la Universidad de Anáhuac. Tenía un convenio con The Culinary Institute of America, un contacto. También se acercó al Cordon Bleu, la escuela gastronómica francesa, a través de diplomados.
“Mi generación absorbió dos tipos de programas, el francés y al americano. Pero además nos transmitieron la ideología del chef como su propio jefe, que se interesara por crear sus propios conceptos”, afirmó.
Un nuevo rumbo
“Ser inmigrante y dejar atrás tu país y tu familia es una mezcla de muchos sentimientos encontrados. En primer lugar, porque dejas a tu familia”, confesó el chef.
Tuvo que adaptarse a un sistema nuevo, donde estuvo a punto de tirar la toalla varias veces. Pero con voluntad salió adelante.
“En lugar de llorar yo salía a correr. Eso me ayudó mucho”, dijo.
Además de su labor como chef, entrenando a su equipo para hacer los tacos tradicionales mexicanos, Omar Montero se interesa por colaborar con otras personas, que necesitan apoyo y servicio de consultoría.
“Organizar algo, llegar a un lugar y montar desde cero una historia, darle sentido a un evento, me interesaba mucho”, contó.
La Santa Taquería
A los pocos meses de graduarse, llegó a Estados Unidos para comenzar un sueño: crear su propio concepto de restaurante. Después de trabajar en diversos estados del país, armando conceptos para restaurantes de lujo, comenzó el proyecto de La Santa Taquería.
“El principal reto de este proyecto es que sean sabores auténticos del país de uno, donde influyen mucho las tortillas, las salsas y el sabor de la carne”.
Su proyecto La Santa Taquería da pasos firmes, y mucho clientes ya prueban adelantos que serán parte del menú. Para Omar, la tradición se mantiene desde el cuidado de la receta básica. Un taco hecho con amor y los ingredientes perfectos, tiene el éxito asegurado.
Tacos de Suadero, El Villamelón, al pastor y también tacos veganos, son algunas de las delicias que se podrán saborear en la taquería del chef Omar Montero.
“Decir ‘estos tacos son de México’ no es fácil”, comentó Omar, quien se asegura de cuidar la receta original, y de que sus ingredientes sean frescos.
Con gran orgullo por las tradiciones culinarias de su México natal, Omar se inspira en las recetas de sus abuelas, de sus tías y su madre.
De esta forma contribuye a difundir la comida auténtica mexicana, y también le hace un homenaje a su familia, que no está a su lado. Pero Omar sabe que la distancia entre los que se quieren no existe, y sigue luchando de este lado por sus sueños.
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