Hace miles de años se usaba este utensilio de piedra para preparar y servir los alimentos.
Por: Grethel Delgado
El popular instrumento de piedra ha viajado en el tiempo y es uno de los elementos que no pueden faltar en nuestras cocinas.
El molcajete es una pieza de piedra volcánica en forma de cuenco, donde se trituran y procesan variados alimentos. Gracias a su textura porosa se pueden moler alimentos, especias y semillas.
El molcajete o molcaxitl, viene de las palabras en náhuatl molli (salsa, guisado) y caxitl (cajete). Y al muñón de piedra que se usa para machacar los alimentos se le llama tejolote, texolotl en náhuatl.
La piedra se extrae principalmente de las minas de San Lucas Evangelista, en el municipio de Tlajomulco, Jalisco. También son famosos por la realización de molcajetes San Salvador el Seco, en Puebla, y Comonfort, en Guanajuato.
La pieza data de los tiempos prehispánicos, cuando se usaban cuencos de piedra en la preparación de alimentos. Se estima que su uso se remonta a los años 7000 y 5000 a. C. en Mesoamérica.
Muchos investigadores sugieren que gracias a este elemento se diversificó el consumo de semillas como el maíz.
Sabor inconfundible
La peculiaridad de los alimentos que se preparan en el molcajete es su sabor mineral, por las sustancias que se desprenden de la piedra volcánica.
Se puede colocar encima del fuego. Cuando alcanza suficiente calor, se agregan los alimentos para que se cocinen en la piedra.
También se hacen molcajetes en madera, cerámica y barro, pero el original es de piedra, que aporta el sabor mineral.
Autenticidad
Hay muchas personas que hacen molcajetes falsos, usando cemento. Para simular el color negro natural de la piedra volcánica, usan pintura. Por supuesto, el sabor no es el mismo, además de que la pintura se va mezclando con los alimentos que consumes.
Preparar el molcajete
Cuando adquirimos un molcajete tenemos que curarlo con sal. Después de cepillarlo, se le añade un puñado de sal de mar y se muele con el tejolote.
El tratamiento con la sal se repite varias veces hasta que la sal molida deje de salir de color gris. Luego se hace lo mismo, pero con maíz o arroz crudo.
Utilidad y estética
Además de usar el molcajete como base para la realización de alimentos y para servirlos, muchos optan por colocarlo como elemento decorativo.
Feria del Molcajete
Como símbolo de la cultura gastronómica mexicana, tiene un espacio de lujo en eventos oficiales. En Morelia se realiza una feria anual para actualizar técnicas tradicionales con innovadoras miradas.
En dicho estado, se realizó el mes pasado la Feria del Molcajete, un espacio para la difusión de el arte de trabajar la piedra. Durante el evento, en San Nicolás Obispo, los asistentes pudieron adquirir tanto molcajetes tradicionales como aquellos con diseños inusuales.
De esta manera la tradición de esta herramienta de piedra sigue viva.
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