Las piñatas, además de los dulces y regalos, guardan muchos significados en su interior.
Por: Grethel Delgado
Las fiestas decembrinas están llenas de celebraciones, pero sin duda la parte más divertida es la hora de romper la piñata.
Las tradiciones marcan la dinámica de los sitios donde surgen. Es por eso que en Acolman reinan el color y el vuelo inquieto del papel china que adorna a las piñatas. En este pueblo del Estado de México, diciembre huele a fiestas navideñas, pero también a pegamento y papeles.
A una hora de la Ciudad de México, encontramos la fuente de las famosas piñatas. Esas que llevamos en el corazón donde quiera que estemos.
Domingos de piñata
La palabra viene del italiano pignatta, que significa olla panzuda. En tiempos de Cuaresma se solía entregar aguinaldos a los trabajadores del campo. Se les llenaba una olla con regalos para premiar su buen trabajo de todo un año.
Después la piñata llegó a España, designando el primero domingo de Cuaresma como la fecha para “destruir la olla”. Esta olla no tenía los ornamentos que se le colocan actualmente. Era solo un recipiente de barro lleno de regalos.
Tras la Conquista, los misioneros españoles llevan la tradición a Nueva España, moviendo la fecha hacia los últimos días del año, justo en las navidades.
¿Qué llevan las piñatas?
Se les suele llenar con colaciones (dulces), frutas como limas, naranjas y jícamas, y también cacahuetes. Estos regalos son simbólicos y auguran buenas cosechas y éxitos para el año que llega. Lo más importante es el hecho de pegarle con los ojos vendados.
Los cantos tradicionales aluden a este ritual purificador de romper la piñata. Aunque en algunos sitios apenas se usan, en otros mantienen la tradición.
“No quiero oro
ni quiero plata
yo lo que quiero es romper la piñata”.
Arte milenario
Cada año se realiza una feria de piñatas, desde hace más de 30 años, para celebrar el arte de su confección, justo donde nació la tradición.
Se remonta a 1587 la primera celebración oficial de las posadas, con el uso de piñatas. Luego de que fray Diego de San Soria solicitara al Papa Sixto V la celebración de misas de aguinaldo, los nueve días de fiesta previos a Navidad se hicieron reglamentarios.
El palacio municipal de Acolman se llena de colores del 17 al 20 de diciembre. Durante estas fechas hay festejos y gran variedad de diseños.
Llegan las principales familias que elaboran piñatas en Acolman, además de los que se inscriben para demostrar sus habilidades. Se encuentran diseños muy innovadores, incluyendo personajes famosos, animales, dibujos animados de moda y otros.
Por supuesto, no puede faltar la clásica piñata de las posadas, la de los siete picos.
Durante la feria se desarrollan talleres y confecciones frente a los asistentes. Además, hay música en vivo, venta de comida, y muchas actividades para los niños.
Las personas que visitan suelen llevarse a casa muchas alegrías y buenos recuerdos.
Y bueno, también piñatas…
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