Para muchos inmigrantes, este lugar, lleno de sabor latino e historia, tiene un valor incomparable.
Por: Grethel Delgado
A menudo recordamos las hermosas plazas de catedrales de nuestros países latinoamericanos. La herencia española y el cruce cultural tras la colonización en tierras de América nos regalaron joyas arquitectónicas que se han convertido en identidad visual de nuestras naciones.
Y para los latinos que vivimos en Estados Unidos, especialmente en California, hay un lugar de visita obligada: La Placita de Los Ángeles, en la calle Olvera.
Allí se puede respirar el ambiente de una placita de pueblo acogedora. Nos reciben el sonido de los vendedores, las campanadas llamando a misa y el aletear de las palomas.
En esta plaza están nuestras raíces, por eso es tan importante llegar aquí y tomarnos un descanso en uno de sus bancos.
Arraigo centenario
Haciendo un repaso histórico breve, la placita tiene sus orígenes después de que 11 familias españolas (44 personas en total) fundaran la ciudad de Los Ángeles. Esto ocurrió el 4 de septiembre de 1781, y fue nombrada como El Pueblo de la Reina de los Ángeles.
La calle se llama Olvera Street, pero todos la conocen como la Placita Olvera.
La parroquia de Los Ángeles se fundó el 18 de agosto de 1814 por el franciscano Fray Luis Gil y Taboada. Su construcción estuvo finalizada en 1822, aunque ha tenido posteriores remodelaciones.
En 1850, tras la Guerra de la Intervención estadounidense en México, California pasa a ser el Estado número 31 de los Estados Unidos. Pero la parroquia de la Placita Olvera nunca dejó de ser hispana.
El escudo de Los Ángeles se debe al español Felipe de Neve, fundador de la ciudad. Uno de sus cuatro emblemas representa los escudos de Castilla y León. Los otros son las trece estrellas en representación de Estados Unidos, el oso de California, y el águila de México, en la esquina inferior de la izquierda.
Actualmente la parroquia sigue activa, dirigida por los Misioneros Claretianos. El primero de julio del año pasado, el Arzobispado de Los Ángeles asumió el gobierno de la parroquia, y publicó un comunicado a través de su sitio oficial en Internet, donde se recuerda el origen del centro religioso, así como su impronta dentro de la comunidad latina.
Según comentó el arzobispo José H. Gómez, en la página del Arzobispado:
“La Placita es la primera iglesia de nuestro arzobispado y ha sido un retiro espiritual para muchas comunidades de inmigrantes que se asentaron en Los Ángeles desde que esta iglesia abriera sus puertas en 1822”.
La iglesia fue nombrada Sitio Histórico de California, y desde 1962 es uno de los tres primeros Monumentos Histórico-Culturales de Los Ángeles.
Muchos tienen el orgullo de jurarse amor eterno o bautizar a sus hijos en ella.
Nuestra placita, nuestro hogar
La placita siempre está animada porque los festejos en ella no se detienen, desde el Cinco de Mayo hasta el Día de los Muertos, incluyendo quinces y bodas.
Finding Calaveras all over Olvera Street! #DiaDeLosMuertos #olverastreet pic.twitter.com/4Rb7DDbfqR
— Olvera Street (@PlacitaOlvera) October 27, 2013
This is how you dress for Las Fiestas Patrias! #VivaMexico #ElGrito pic.twitter.com/O5XuY83xXx
— Olvera Street (@PlacitaOlvera) September 15, 2013
A pesar de los cambios y remodelaciones, aún alberga la calidez de todos los que han pasado por ella en más de doscientos años. Muchas generaciones llegaron a su entrada, se inclinaron y se persignaron. En sus paredes está dibujada la historia de los hispanos que se asentaron en Los Ángeles.
They have the moves! Come show us yours! #LiveMusic #dancing #DTLA pic.twitter.com/5nFWLvrjrs
— Olvera Street (@PlacitaOlvera) September 2, 2013
La Placita de Los Ángeles nos recuerda que en Estados Unidos hay mucha riqueza cultural hispana con la que nos identificamos en mente y espíritu. ¿Nos damos un paseo?
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