Los inmigrantes, con o sin papeles, ahora son quienes se quejan de que las patrullas migratorias o los ICE llegan a la puerta de su casa y, luego de que se identifican, piden que los habitantes de la vivienda abran la puerta.
Los inmigrantes, con o sin papeles, ahora son quienes se quejan de que las patrullas migratorias o los ICE llegan a la puerta de su casa y, luego de que se identifican, piden que los habitantes de la vivienda abran la puerta. Aunque tienen derechos que los protegen en caso de una redada de inmigración, entre ellos guardar silencio, no firmar documentos o no abrir las puertas a los agentes federales, muchas veces son vulnerados por los agentes.
Esta historia la dio a conocer un migrante, quien solicitó mantenerse en anonimato por su seguridad: existen más de 920,000 personas en la misma situación, de acuerdo con la base de datos de la Oficina de Revisión de Casos de Inmigración (EOIR).
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Expertos en el área migratoria, abogados con muchos años de experiencia, sugieren que los inmigrantes no dejen de asistir a sus audiencias, pues los jueces lo tomarán como desinterés y podrán negar los papeles de la persona que ha decidido vivir en los Estados Unidos, entorpeciendo así el proceso legal del latino.
Incluso, los abogados sugieren que aunque vaya un poco tarde, el migrante debe cumplir para que no le emitan una orden de deportación en ausencia.
Es mejor hacer todo lo posible por ir a la audiencia, dicen los expertos legales, porque reabrir un caso es un proceso difícil, que implica mucha complejidad y que solo lo harán con razones de peso, que justifiquen la acción de volver al caso.
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