Los estudiantes diseñaron un sistema que emula a las redes neuronales –como las del cerebro– para que un sistema de energía solar capte lo máximo posible.
Por: Oso Oseguera
Eduardo Salvador Hidalgo y su equipo de compañeros estudiantes del Tec de Monterrey cavilaron por días cómo diseñar un sistema que pudiera recolectar la mayor energía posible. Hasta que discurrieron que fuera “inteligente”, es decir, que aprendiera de sí mismo y que tuviera un diseño similar al de las redes neuronales del cerebro humano.
En el @TecdeMty desarrollaron un sistema de paneles solares inteligentes que imita a las redes neuronales https://t.co/j4Sd684njx
— Tec Review (@TecReview) January 14, 2017
El sistema diseñado por estos muchachos –aún en una etapa temprana– se adapta a los cambios de la naturaleza, es decir, recoge información del ambiente, la procesa y genera un patrón de comportamiento que mejora la inclinación del panel y así aprovecha más energía del sol.
Para que esto ocurra los paneles solares están conectados al sistema, que es operado por un algoritmo genético capaz de aprender y mejorar día con día. Y es que conforme avanzan las horas y el sol se desplaza, el sistema identifica los comportamientos que resultaron en mejor captación de energía solares y los repite.
“Otros sistemas de paneles solares están diseñados para absorber cierto nivel de energía. El nuestro busca el mejor camino en el menor tiempo para convertirse realmente en el más eficiente”, explicó Eduardo Salvador Hidalgo a la agencia de noticias Notimex.
“Creemos y queremos hacerlo en principio en una escala pequeña y si funciona como en la teoría, comercializarlo o difundir la idea para que alguien más la propague”, añadió la alumna Aurora Tijerina Berzosa, compañera de Salvador Hidalgo.
Seguir al sol, no como girasol, sino como un sistema que siempre querrá absorber lo máximo de los rayos solares, esa es la idea principal de estos jóvenes que ven un horizonte luminoso y “prendido” (aunque Trump no crea en el cambio climático).
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