Vaya, vaya... qué gran "sorpresa": policías discriminadores.
Por: Omar Porcayo
Si eres hispano tienes más probabilidades de que un oficial te detenga, revise tu auto, te cite e incluso te arreste. Así lo demostró un extenso estudio de la Universidad de Stanford en California.
De acuerdo con un minucioso análisis que le tomó a los investigadores más de dos años, hay claros signos de prejuicios raciales y discriminación en los oficiales de policía a nivel nacional. El Stanford Open Policing Project buscó entre más de 60 millones de informes policiales de paradas de tránsito en 20 estados.
En los datos hay suficiente información de los conductores como raza, edad y género, para establecer patrones en el comportamiento de los oficiales.
“Esta es la primera vez que se recopilan y analizan muchos datos sobre las interacciones policiales con los conductores y hemos encontrado patrones consistentes de prejuicio de sesgo o discriminación”, dijo a EFE Cheryl Phillip, directora de la investigación.
El estudio determinó que en el número de paradas de tránsito no hay diferencias considerables, pero a la hora de registrar vehículos, imponer multas o hacer arrestos, los números se disparan.
Un oficial registra un vehículo si tiene 20 % de sospechas de un conductor blanco, pero si el conductor es latino, afroamericano o asiático, lo registra con solo un 5 % de sospecha.
“En general, encontramos evidencia de discriminación y disparidades en todos los estados de donde tenemos datos”, dijo Phillips, que aclaró que hubo estados que se negaron a entregar la información a la universidad, o simplemente dijeron que no los tenían.
Para la investigadora, estos datos revelan la necesidad de una base de datos permanente que evite perfiles raciales de parte de las autoridades.
“Necesitamos una plataforma abierta y transparente donde podamos identificar sesgos sistemáticos y que permitan el cambio de políticas”, agregó.
Investigaciones como esta ponen de manifiesto el peligro de poner en marcha leyes antiinmigrantes como la ley SB4 de Texas, que da facultades a los oficiales para actuar como agentes migratorios a su discreción. Activistas y organizaciones señalan que solo incrementará el sesgo racial de los cuerpos de seguridad en contra de minorías.
Otras estadísticas son igual de reveladoras sobre el prejuicio de la policía frente a la población. En 2016, 1,092 personas murieron a manos de la policía estadounidense. En proporción los más afectados fueron los nativos americanos con una tasa de 10.13 por cada millón, le siguen los afroamericanos con 6.66, los latinos con 3.23 y al final los blancos con 2.9.
En las prisiones la situación es igual, las minorías están sobrerepresentadas. El número de reclusos afroamericanos llega al 37.7 % del total, mientras que según el censo solo son el 13.3 % de la población en el país.
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