#Emocionante: Veterano deportado que luchó por otros al fin regresará a casa

Su verdadera lucha fue por vivir en el país al que defendió.

Héctor Barajas sirvió en el ejército de los Estados Unidos durante los momentos más álgidos después del 9/11. Estuvo en Irak y regresó al país que lo acogió desde los siete años cuando dejó su natal Zacatecas, México, sin embargo fue deportado en 2004.

A pesar de sus propios problemas, Héctor encontró en el activismo y la labor solidaria con otros de sus compañeros en la misma circunstancia, la fórmula para sobrevivir 14 años en el exilio. Se convirtió en un símbolo de los más de 240 veteranos deportados desde el fin de la guerra de Vietnam y ahora su lucha ha sido recompensada.

Tras recibir hace un año el perdón del gobernador de California, Jerry Brown, Barajas ganó su ciudadanía y podrá volver a la nación a la que defendió en el extranjero.

Hace una semana los abogados del mexicano le informaron que está citado para acudir el 13 de abril a una ceremonia de naturalización en San Diego. Los Servicios de Inmigración y Ciudadanía (USCIS, por sus siglas en inglés), así lo confirmaron.

“Todavía no lo puedo creer, es increíble saber que puedo volver con mi familia”, atinó a decir el exmilitar a AP.

Barajas cumplió una sentencia de 13 meses tras ser arrestado por disparar de un auto. “Siempre supe que las acciones tienen consecuencias”, aceptó sobre su crimen, que lo orilló a estar en México, sin oportunidades por falta de dominio del español.

Al igual que miles de efectivos en el ejército, Barajas sirvió gracias a una “green card”. Aunque hay un camino para buscar la ciudadanía para los inmigrantes que sirven, muchos no lo hacen por desconocimiento o burocracia.

Se trata de una gran victoria para el movimiento de veteranos deportados, sin embargo una labor como la de Barajas en la “Casa de ayuda para veteranos deportados” que fundó en Tijuana, sigue siendo más que necesaria, pues se siguen sumando expulsiones de exmilitares.

Apenas en marzo se completó la deportación exprés de Miguel Pérez, un hombre no tuvo la oportunidad de despedirse de su familia dados los procedimientos de las autoridades migratorias.

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